Las mujeres productoras de café de comercio justo tienen mayores beneficios y mejores condiciones de vida que quienes venden su café en el mercado convencional, como mayores ingresos. Esta es una de las principales conclusiones del informe “Café de comercio justo: análisis de impacto en los medios de vida de las mujeres productoras”, que Intermón Oxfam ha presentado hoy en Bilbao con la presencia de Eva Pineda, responsable del programa de género de la cooperativa Aldea Global (Nicaragua).

El informe estudia el impacto del café de comercio justo en la cabecera municipal de Jinotega, que comprende 8 municipios en Nicaragua, donde viven y trabajan algunas socias de Aldea Global. Del estudio se desprende que la pertenencia a una asociación de comercio justo tiene ventajas claras y constatadas para las mujeres productoras de café, como son mayores ingresos (el precio es siempre mayor que el precio de mercado); los ingresos por café de las socias son un 19% superior a los de las no socias; ingresos más estables (los precios que paga el comercio justo son estables e independientes de las fluctuaciones en el mercado internacional); acceso a créditos y a anticipos a cuenta del café, que permiten financiar las labores de cultivo y reducir pérdidas en la cosecha; así como acceso a capacitación y asesoramiento técnico.

Fincas mayores, mejor salud y alimentación

Eva Pineda explicó cómo estas condiciones de partida se traducen en mejoras en su calidad de vida y la de sus familias: fincas de café mayores, puesto que unos mayores ingresos y más estables permiten comprar más tierra para cultivar café; mejor acceso al equipamiento productivo necesario para el cultivo del café; mejores condiciones de salud en las familias: mejor alimentación y estado nutricional de menores de 5 años, sobre todo cuando caen los precios; posibilidad de hacer frente a tratamientos y gastos médicos de los enfermos de la familia; menores pérdidas de cosecha a causa de la falta de financiación; menor vulnerabilidad en el caso de las mujeres socias de Aldea Global. La cooperativa de comercio justo actúa como una  “red de seguridad” para sus socios y socias; mayor participación comunitaria: las mujeres que venden su café a una asociación de Comercio Justo presentan un mayor índice de participación en organizaciones comunitarias.

La mujer, pieza clave pero marginada

Las mujeres constituyen el 50,8% de la población de Nicaragua. Casi la mitad vive en el medio rural, donde las desigualdades entre hombres y mujeres se acentúan. Existe una distribución de roles muy diferenciada y asimétrica y la posición de las mujeres es de subordinación con respecto a los hombres. Esta división tradicional del trabajo, aún muy vigente en el campo, se traduce en la dedicación de los hombres al trabajo productivo y de las mujeres al reproductivo.

Existe un importante desequilibrio de género en el acceso a la tierra en Nicaragua; las mujeres tienen muchas más dificultades. Dentro del sector cafetalero de Nicaragua, el 63% de la tierra está en manos de los hombres y el 37% es propiedad de mujeres. Por otra parte, el nivel educativo es bastante bajo. En el caso de las mujeres encuestadas, el 52% ni siquiera había completado los estudios de primaria. Un 24% los concluyó y sólo un 8% cursó estudios de secundaria.

Intermón Oxfam comercializa el café producido por la cooperativa Aldea Global con la marca “Tierra Madre” y también como café molido natural Intermón Oxfam.

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