Mariano Ponce trabaja en Coopeagri, una cooperativa de Costa Rica que produce café y azúcar de Comercio Justo. En esta entrevista cuenta el cambio que ha vivido su zona, Valle del General, a partir del trabajo de dicha organización durante los últimos 50 años.
Esta entrevista ha sido realizada con motivo de la reciente visita de Mariano Ponce y Alba Nidia Rojas a la Comunidad Valenciana, invitados por La Tenda de Tot el Món.
¿Cuál es su trabajo en Coopeagri?
Estoy encargado del control de calidad, logística de exportaciones y todo el proceso de auditoría de Comercio Justo en la cooperativa. Llevo todo el proyecto de Comercio Justo de Coopeagri.
¿Lleva mucho tiempo?
Llevo 8 años. Desde que empecé, la cooperativa me ha ido dando capacidades.
¿Quienes crearon Coopeagri?
Lo crearon 391 productores que en ese momento tenían la fuerte presión de las empresas transnacionales que llegaban y compraban su producto a cualquier precio. En ese momento no había ninguna manera de que ellos pudieran reclamar un precio justo y pudieran decir “no, este producto vale más”. Estas 391 personas, que eran pequeños productores pero en realidad grandes productores porque eran grandes en pensamiento, se fueron agrupando en la cooperativa para buscar la dignidad del productor.
Desde un inicio el objetivo era dignificar al productor de café.
Cuando habláis de pequeños productores os referís a personas con terrenos pequeños para cultivar ¿verdad?
Sí, son pequeños terrenos, de un promedio de 1’5 hectáreas, que ellos mismos y sus familias cultivan.
¿Qué es lo que los socios más valoran del Comercio Justo y de la cooperativa?
Valoran la cooperativa porque es como una gran familia. Del Comercio Justo valoran sobre todo que les devuelve realmente su valor. En los talleres de formación insistimos en la idea de que ellos no son solo productores de café, sino que son administradores de sus productos. El Comercio Justo les da una posición, una dignidad, les da la capacidad que nadie les había reconocido. A partir de la formación en calidad, en productividad y en Comercio Justo
ellos se sienten dueños de sus productos porque saben de dónde salen y hasta dónde llegan.
Antes no sabían a dónde iba el producto que vendían. El Comercio Justo les da una trazabilidad que es importantísima y, además, saben que de principio a fin en la cadena de valor los verdaderos protagonistas son ellos.
Además de la actividad productiva, Coopeagri ha desarrollado varios proyectos, ¿nos puede contar alguno?
Tenemos la producción de abono orgánico, la asistencia técnica para los productores, la donación de vivienda digna en casos de pobreza extrema o también el servicio médico. Allí este servicio es excesivamente caro, y de esta manera pueden tener acceso a servicios médicos por una cuota relativamente baja. Pero hay muchísimas más iniciativas, una gran cantidad de proyectos de la cooperativa y todos ellos han sido apoyados por el Comercio Justo y por la gestión propia de los pequeños productores.
¿Cómo han sido estos días de visita por la Comunidad Valenciana donde han mantenido encuentros con estudiantes, medios de comunicación, organizaciones, consumidores, etc.?
Para nosotros ha sido muy satisfactorio ver la respuesta de muchas personas, ponerle cara al Comercio Justo acá.
A nosotros muchos productores nos preguntan ¿de verdad habrá gente allá que crea en esto?
Y tras ver la respuesta de las ONG como La Tenda de Tot el Món y todos los que han hecho posible esta visita, podemos llevarles allá la cara de acá. Y sí, falta mucho, tenemos todavía que seguir trabajando, pero poquito a poco vamos cambiando las cosas porque el Comercio Justo realmente ataca a las causas de la pobreza. Todo esto ha sido un intercambio muy rico para nosotros como productores, y la respuesta que hemos tenido es muy positiva.
¿Cómo ve su región dentro de otros 50 años?
En 50 años veo una cooperativa más fortalecida, veo que se pueden lograr las cosas porque esto es lo que nos han enseñado los pequeños productores y porque veo que hay respuesta. Y si hay respuesta yo veo muchas expectativas. Veo que si seguimos así podemos dejar a los que vienen detrás de nosotros un mundo mejor.