Con motivo del Día Internacional de la Mujer, destacamos el compromiso firme del Comercio Justo con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
De hecho, el principio número 6 de la Carta Internacional de Comercio Justo es: “No a la discriminación, igualdad de género y libertad de asociación”, y como tal, es uno de los principios que todas las organizaciones de Comercio Justo deben cumplir. Entre los aspectos incluidos en ese principio destacamos, por un lado, la obligación de asegurar la igualdad salarial y de oportunidades entre hombres y mujeres, y por otro lado, favorecer la presencia de mujeres en sus órganos de dirección.
Además, bajo este principio, se garantiza que en las organizaciones de Comercio Justo se tienen en cuenta las especiales necesidades de las mujeres trabajadoras embarazadas y en periodo de lactancia.
De esta manera, el Comercio Justo señala que no se puede lograr el desarrollo si no hay igualdad de género, que para superar la pobreza es necesario abordar de manera decidida la desigualdad entre hombres y mujeres, no solo económica sino también en otros aspectos como el sociolaboral, cultural o político.
Es este también un planteamiento defendido por Naciones Unidas y recogido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible firmados en 2015, con la finalidad de lograr su cumplimiento en 2030. Así, podemos decir que el Comercio Justo con éste y el resto de sus 10 principios contribuyen al avance de la llamada Agenda 2030.
En concreto, a través del principio número 6, el Comercio Justo favorece el empoderamiento de las mujeres y por tanto sienta las bases para el desarrollo de sus capacidades, la mejora de su rol en la sociedad y evitar su discriminación.
Además, muchas de las organizaciones productoras de Comercio Justo desarrollan un trabajo de concienciación sobre la igualdad de género entre sus trabajadores y trabajadoras, y también en su comunidad, a través de talleres de formación y otras estrategias.
Con todo ello el movimiento del Comercio Justo contribuye al Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5, y particularmente a las metas 5.1 “poner fin a la discriminación de la mujer y las niñas en todo el mundo” y a la 5.5 “velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, económica y pública.”
Además, el principio número 6 del Comercio Justo contribuye al Objetivo de Desarrollo Sostenible número 8 referido al trabajo decente, en concreto, a la meta 8.5, “lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad, así como la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor”.
La pandemia ha agudizado la desigualdad de género
El último informe de la OIT concluye que, en el plano laboral, la desigualdad entre hombres y mujeres se ha agravado a causa de la pandemia por la COVID-19. En 2021 el 43,2% de las mujeres en edad de trabajar tenía un empleo, frente al 68,6% de los hombres. Por regiones, América fue la que registró la mayor pérdida de empleos de mujeres, un 9,4% de trabajos perdidos, frente al 7% en el caso de los hombres. Al continente americano le siguieron los Estados Árabes, Asia y Pacífico, Europa y, en último lugar, África.
Dicho estudio refleja que las mujeres siguen ganando un 20% menos que los hombres y ven sus salarios más penalizados cuando pertenecen a minorías étnicas, son migrantes o tienen alguna discapacidad.
Asimismo, la desigualdad en otros aspectos relativos a la calidad del trabajo, son evidentes: jornadas de trabajo prolongadas, menos oportunidades de ascender, mayor exposición a riesgos de salud y seguridad en el trabajo, mayor vulnerabilidad a la violencia y acoso.
Ante ello, la OIT destaca que es necesario situar la igualdad de género en el centro de las estrategias de recuperación de la economía, a través de una serie de medidas como promover la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor, promover una mayor participación de las mujeres en los órganos de decisión y el diálogo social, y erradicar la violencia y el acoso hacia las mujeres. Todos ellos, aspectos que el Comercio Justo incluye en su carta de principios y en los que las organizaciones trabajan de manera firme.
En primera persona
“Tenemos muchos ejemplos de mujeres que demuestran que sí se puede” Merling Preza (Nicaragua) productora de café y vicepresidenta de la CLAC
“La equidad de género es uno de nuestros ejes transversales de trabajo. Cada organización tiene una política de género definida, las coordinadoras nacionales tienen sus políticas de género y CLAC como tal también la tiene. Trabajamos de acuerdo a las condiciones de cada organización y de cada país respetando culturas y procesos. En algunas estamos trabajando la parte de formación y liderazgo y el empoderamiento para que las mujeres participen. En otras es básico el tema de autoestima de la mujer y la economía de los cuidados. Y en otras trabajamos el empoderamiento económico en cuestiones como el acceso al mercado, a la financiación o el acceso a la tierra”. Entrevista completa
“Hombres y mujeres hacemos las mismas labores” Ivania Calderón, productora de café en la cooperativa Cecocafen (Nicaragua)
“Ambos trabajan en la finca, hombres y mujeres, los dos hacen las mismas labores. Al formar parte de la organización, la calidad de vida es mayor, por ejemplo en temas de género, además contamos con más oportunidades, asistencia técnica, capacitación, podemos participar en los órganos de dirección de las cooperativas, donde hay igualdad de género (la mitad son hombres y la otra mitad, mujeres)”
«En la organizaciones de Comercio Justo, muchas mujeres asumen roles de liderazgo». Roopa Metha, presidenta de la Organización Mundial del Comercio Justo
A lo largo de los años he visto cómo ese liderazgo aporta un gran valor a las comunidades y consigue atraer a otras mujeres a realizar ese mismo recorrido. Conferencia completa
“Tenemos los mismos derechos”
María Ávila, productora de la cooperativa agrícola Agropía (Perú)
«Formamos a las mujeres y también a los hombres en equidad de género, y así poco a poco vamos eliminando los estereotipos tradicionales»
Sagrario Angulo, gerente de la organización de Comercio Justo Camari (Ecuador)
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También puedes unirte a la iniciativa #SheLeadsTheWay de las organizaciones de Comercio Justo de todo el mundo. Con ella queremos destacar que el empoderamiento de las mujeres es esencial para lograr un mundo más justo en el que los derechos de las personas y la justicia climática sean la prioridad. Puedes unirte con una fotografía haciendo el gesto de la mano. Publícala en tus redes sociales y etiqueta o cita a la WFTO (@WFTO_FairTrade) #SheLeadsTheWay