De las 125 organizaciones que elaboran artículos de Comercio Justo vendidos en España, 45 son cooperativas, según datos de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Dicha forma jurídica comparte muchos de los valores y principios con este sistema comercial alternativo. Su contribución a la reducción de la pobreza ha sido valorada por Naciones Unidas. El primer sábado de julio se celebra el Día Internacional de las Cooperativas, una conmemoración que en 2012 resalta especialmente ya que ha sido declarado como el Año internacional de las Cooperativas.
El modelo de organización cooperativo se basa en un planteamiento solidario y equitativo en el que la propiedad y los beneficios son comunitarios. Tiene una importante vocación social y su funcionamiento y la toma de decisiones son democráticos y transparentes. Estos valores son algunos de los que definen, también, al Comercio Justo. De ahí que el 36% de las organizaciones artesanas y agricultoras que producen artículos Justos vendidos en España, adopten la forma de cooperativa. Este año, de manera particular, Naciones Unidas destaca la contribución que esta forma organizativa realiza al progreso económico, social, cultural y político del entorno en el que surgen.
Una de las cooperativas de Comercio Justo es la cooperativa india Creative Handicrafts. Situada en Bombay, agrupa a más de 200 mujeres que trabajan en 6 talleres de confección textil. Las trabajadoras proceden de los grupos sociales más desfavorecidos. Con su oficio, no sólo obtienen un salario digno sino también una mayor autoestima y consideración social. Realizan su producción de manera semiartesanal con algodón y otros productos de la zona. La entidad, además, ha creado centros de educación infantil, programas de becas así como microcréditos para apoyar iniciativas de las mujeres.
Otra fórmula común en los grupos productores de Comercio Justo es la unión de varias cooperativas. Este es el caso de la nicaragüense CECOCAFEN, que aglutina a 11 pequeñas cooperativas en las que trabajan 2000 agricultores de café orgánico. La entidad ofrece formación y asesoría técnica a los socios, facilita el procesamiento del caf y asegura su comercialización. Asimismo, la organización lleva a cabo numerosos proyectos educativos, sociales y medioambientales en la zona.
En España se venden artículos de Comercio Justo procedentes de 40 países de América Latina, África y Asia. Con ellos se garantiza que quienes los elaboran reciben un salario digno (igual para mujeres y hombres) y cuentan con unas condiciones laborales adecuadas. Además, no existe explotación laboral infantil y el proceso de producción es cuidadoso con el medio ambiente. Por todo ello constituye una herramienta que favorece el desarrollo de los pueblos.