El 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Muchos de los grupos productores campesinos y artesanos de Comercio Justo son indígenas. De esta manera favorecen el desarrollo de sus comunidades. Además conservan su identidad cultural y mantienen vivas las técnicas de producción tradicionales que se transmiten de generación en generación. La protección de la naturaleza y el espíritu del trabajo comunitario son dos de los valores propios de los pueblos indígenas que también se reflejan en las organizaciones productoras.
Os presentamos a algunos de ellos:

En Colombia trabaja ARHUACOS, que es la Asociación de productores campesinos e indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Agrupa a campesinos del pueblo arhuaca y se dedican a cultivar café. Con ello logran, además de una vida conservar su entorno natural, una mejor calidad de vida ya que utilizan técnicas tradicionales de cultivo y, por tanto, ecológicas. Producen café orgánico.

Los agricultores poseen fincas pequeñas (de unas 3 hectáreas), de las cuales una tercera parte se dedica al café, mientras que las otras se utilizan para productos de consumo familiar o zonas de reserva y protegidas.
Una parte de los ingresos obtenidos se destinan a fondos de uso común para desarrollar proyectos sociales, de educación, alimentación, créditos rotatorios, etc.

En Bolivia está la Asociación Nacional de Productores de Quinoa (ANAPQUI) de la que forman parte unas 1500 familias campesinas organizadas en 7 asociaciones regionales. Su principal actividad es el cultivo de quinoa, un pseudocereal propio de la zona andina de alto valor nutritivo.

Campesina cultivando quinoa. Foto: IDEAS

Esto lo realizan según las técnicas tradicionales que han sido recuperadas gracias a la labor de la Asociación. Toda su producción es biológica, no utilizan agroquímicos.

En Guatemala, la organización Crearte engloba a unos 300 artesanos indígenas de 5 provincias del país. Combinan las técnicas formas tradicionales de su cultura con elementos contemporáneos. La entidad ha favorecido, no sólo el desarrollo de las comunidades gracias al Comercio Justo, sino también la comunicación y la unión entre pequeños grupos de artesanos que realizaban su trabajo de manera aislada.

También en Centroamérica, en Honduras, se encuentra la cooperativa de alfareras Magu que pertenecen al pueblo Lenka. Elaboran vasijas y jarrones decorativos a partir de barro pintado de negro, secado al horno y pulido a mano con piedra de río, una técnica única.

Alfarería lenca. Foto: COPADE

 

En Bangladesh, la organización Corr the yute apoya a pequeños grupos de artesanas indígenas y de otros colectivos desfavorecidos que elaboran ropa, complementos, productos de higiene y cosmética (jabones, esponjas, etc.) y otros artículos de arcilla, yute o cuero. Agrupa a unas 3500 mujeres. Su estructura y toma de decisiones es democrática.

Y de Angola, concretamente del pueblo chotwe, llega la receta tradicional de la cerveza transmitida de madres a hijas. Es elaborada por la organización Mongozo con ingredientes de Comercio Justo y de agricultura biológica.

Estos son solo algunos de los grupos productores en los trabajan grupos indígenas, pero puedes conocer más en la página web, por ejemplo:
En Perú, Minka, del pueblo quechua,en Bolivia Masquiswan Songowan Ruaska (“Hecho con el corzón y las manos), en Brasil el Consejo General de la Tribu Satere Maue, en México, Kabi’tah (Campesinos unidos de los chenes) que agrupa a indígenas maya

Y muchos más…

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