El día 24 de abril es el aniversario de la tragedia de Rana Plaza en Bangladesh. En este aniversario del derrumbamiento del Rana Plaza, las marcas que producían en el edificio no han aportado los fondos necesarios para garantizar que todas las personas supervivientes y las familias de las 1.138 personas que murieron en el peor accidente industrial de la historia de la industria textil reciban los pagos suficientes como para cubrir la pérdida de ingresos y los gastos médicos provocados por esta desgracia.
«Las empresas internacionales que se suministran en Bangladesh saben que ha sido sólo cuestión de suerte que no estuviesen produciendo en Rana Plaza en el momento del derrumbamiento. Es escandaloso que no hayan sido capaces de contribuir al fondo de compensación de manera colectiva y en cuantía suficiente. El pago de indemnizaciones es vital para que las víctimas puedan comenzar reconstruir sus vidas» explica Eva Kreisler, coordinadora de la Campaña Ropa Limpia en España.
A pesar de que se firmó un acuerdo sin precedentes -conocido como «Acuerdo Rana Plaza»- entre las marcas textiles, el gobierno de Bangladesh, sindicatos internacionales y nacionales y ONG para desarrollar un programa inclusivo, transparente y reconocido por la OIT para compensar a las víctimas del Rana Plaza, el Fondo Fiduciario Voluntario establecido para recoger las aportaciones correspondientes sigue contando con muy pocos fondos.
Ha pasado un año desde el derrumbamiento, y las marcas y los minoristas han aportado menos de 11 millones de euros, es decir, solamente una tercera parte de los 29 millones de los euros necesarios.
«Las marcas están decepcionando de nuevo a las personas trabajadoras», dice Ineke Zeldenrust desde la Campaña Ropa Limpia internacional, «primero, les fallaron a la hora de garantizar que las fábricas que producen su ropa son seguras, y ahora, al no realizar contribuciones significativas al Fondo Fiduciario Voluntario, están fallando de nuevo a las personas supervivientes y a las familias que perdieron a sus seres queridos. Las partes involucradas en el Comité de Coordinación Rana Plaza, incluyendo las marcas, llegaron a un acuerdo sobre el importe total necesario que cumplía los estándares de la OIT. Pero ahora, al no haber contribuido debidamente, las marcas están volviendo a hacer sufrir a las personas trabajadoras».
Coincidiendo con el aniversario del derrumbamiento, varias organizaciones (incluyendo Asia Floor Wage Alliance, la Campaña Ropa Limpia, Human Rights Watch, IndustriALL Global Union, International Labor Rights Forum-ILRF, la Red de Solidaridad de la Maquila, UNI Global Union y Workers Rights Consortium) han organizado eventos en memoria de las víctimas, así como acciones de protesta en alrededor de 25 ciudades de todo el mundo. En Bangladesh, se organizarán eventos conmemorativos y los sindicatos y trabajadores formarán una cadena humana en el lugar donde se derrumbó el edificio en Dhaka.
El Fondo Fiduciario Voluntario está abierto a donaciones voluntarias, y la Organización Internacional del Trabajo lo está supervisando como ente independiente. «Para garantizar que los 29 millones de euros se paguen, también instamos al gobierno de Bangladesh y a la patronal a que aumenten sus aportaciones, y pedimos a los gobiernos de Europa y Estados Unidos y a la UE que tomen medidas inmediatas para garantizar que las marcas de sus países aporten lo necesario al fondo», añade Zeldenrust.
Desde el 24 de marzo, se están gestionando las reclamaciones de pago de las víctimas en la oficina habilitada en Savar, y se está trabajando para garantizar que todas las personas que perdieron a sus seres queridos o se quedaron atrapadas en el edificio que se derrumbó reciban una compensación adecuada. Sin embargo, Mojtaba Kazazi, el Comisionado Ejecutivo del Acuerdo explica que «Si no hay fondos disponibles… no habremos ayudado a estas personas… no será una buena situación».
La Campaña Ropa Limpia y el resto de organizaciones instamos a todos los implicados en la industria textil de Bangladesh a que paguen y muestren su compromiso, cuando se cumple un año del peor accidente industrial de la industria textil, para que las personas supervivientes y las familias de las víctimas no sigan sufriendo.