¿Cuál es el objetivo de su organización?
Nuestro objetivo, desde nuestro origen en los años 40, es lograr condiciones de vida más humanas. Esto implica la superación de la pobreza pero también la recuperación de la dignidad y el trato justo. Consideremos que todo lo justo es más humano, dignifica a las personas y hace que todos crezcamos.
¿Qué trabajo desarrollan en su organización?
Nuestro trabajo se centra en tres aspectos: crédito, asistencia técnica y capacitación. Estamos trabajando en 23 provincias de Ecuador, con 120.000 familias y 2000 organizaciones de base. Estamos apoyando los esfuerzos de las organizaciones campesinas para mejorar sus condiciones de vida.
Con el tiempo nos dimos cuenta de que, además de esos tres pilares, era necesaria la comercialización, porque era, y es, uno de los aspectos en los que las organizaciones encuentran mayores problemas. Para ello en 1981 creamos Camari, un sistema de apoyo a la comercialización, para que los productores puedan llegar al mercado local y al internacional.
Actualmente en el mercado local apoyamos a más de 5000 productores que tienen producto fresco (hortalizas, legumbres…) y que lo venden en ferias todas las semanas. Trabajan con producto orgánico y a través de procesos organizativos muy consolidados, en los que especialmente participan las mujeres. Hemos creado 6 tiendas de Comercio Justo en Ecuador a través de las cuales vendemos los productos de estas organizaciones campesinas. Y también trabajamos en el mercado internacional, a través de la red de Comercio Justo. Formamos parte de WFTO (Organización Mundial de Comercio Justo)
¿Cómo apoyan a los productores?
Tenemos dos líneas de producción: la agrícola y la artesanal. En agricultura apoyamos en la producción, a través de formación y asistencia técnica para que el producto llegue al mercado con los criterios de calidad necesarios. En artesanía apoyamos para que los grupos puedan tener capacitación suficiente, elaborar diseños nuevos y facilitar su entrada en el mercado.
¿Qué tipo de productos elaboran?
Elaboramos quinoa, hongos, panela, café, maíz, plantas medicinales… En artesanía hay productos elaborados con cerámica, maderas, textil, papel reciclado…
¿Para ustedes qué que significa el Comercio Justo?
Nosotros entendemos que lo más importante no es la comercialización sino la recuperación de la dignidad de las personas. En Comercio Justo se establecen relaciones de justicia porque se rompen las cadenas de explotación y de los intermediarios. Sentimos que
es fundamental revalorizar a los productores, saber que detrás de cada producto hay mucho esfuerzo y que han puesto lo mejor de sí mismos.
También entendemos que quienes compran Comercio Justo ponen algo de sí mismos en esa compra y contribuyen a cambiar el mundo. Se solidarizan de una forma distinta, comprando productos de calidad y que cumplen con las especificaciones técnicas y pagan por ellos de manera adecuada.
¿Qué aspecto del Comercio Justo es el más beneficioso para ustedes?
Un aspecto clave es el fortalecimiento de la organización. Cuando la organización está fuerte participan más las mujeres, los jóvenes, y se generan cambios.
¿Qué mensaje daría a los consumidores de nuestro país?
Destacaría que con Comercio Justo todos tenemos mejor vida, más dignidad y tanto los consumidores como los productores recuperamos nuestros valores. Todos nos sentimos mejor.
Además,
cuando somos consumidores de Comercio Justo estamos creando una alternativa concreta para la reducción de la pobreza en el mundo.
Muchas veces hablamos de cómo podemos acabar con la pobreza, y esta es una manera de lograrlo ya que el Comercio Justo contribuye a la mejora de la calidad de vida de muchos productores.
Por último, nosotros hemos visto que muchos compañeros de las organizaciones han emigrado a la ciudad o a otros países, porque no han tenido la posibilidad de mejorar su calidad de vida en el propio país. Estamos agradecidos a España porque acoge a muchos migrantes pero también sentimos que el desarrollo debe hacerse en nuestro país, que las personas deben tener oportunidades en su propio país. El Comercio Justo es una manera de contribuir a que las personas vivan mejor, no tengan problemas familiares y generen mejores relaciones humanas.