Desde sus inicios hace ya más de 50 años, el Comercio Justo no ha parado de extenderse y consolidarse, constituyendo una tupida red internacional que conecta entre sí a diversos actores: millones de productores y consumidores responsables, miles de organizaciones sociales, empresas, administraciones públicas o activistas, decididos todos a apostar por otras formas de producción, comercio y consumo que pongan a las personas y al medio ambiente en el centro del desarrollo socio-económico.
Pero esta creciente complejidad también se traduce en una cada vez mayor dificultad de dar cuenta del impacto que esta manera alternativa de comerciar tiene en el principal eslabón de la cadena: las y los productores en origen.
En este artículo, se resumen las principales reflexiones del informe «Cartografía y análisis de impacto del Comercio Justo», elaborado por la Plataforma Francesa de Comercio Justo en 2010. En él se sintetizan 77 estudios sobre impacto del Comercio Justo en los grupos productores y sus comunidades.
Así, una de las conclusiones destaca que
entre los y las productores y sus familias es donde se registran los resultados más positivos y tangibles del Comercio Justo,
especialmente en cuanto al precio que reciben por su producción (superior al del mercado convencional). Ello genera una mayor cantidad de ingresos, además de estabilidad y mejora de las capacidades para acceder a créditos o realizar inversiones.
El artículo ha sido redactado por Gonzalo Donaire, responsable de Estudios de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Es uno de los textos integrados en el informe «El Comercio Justo en España 2011. Comercio y desarrollo», editado por CECJ con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.