Con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil (12 de junio) las organizaciones de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo vamos a realizar la campaña en redes sociales “Contra el trabajo infantil, #ElijoComercioJusto”, durante la próxima semana (desde el martes 8 hasta el sábado 12 de junio).

Además, 2021 ha sido nombrado por Naciones Unidas como Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, por lo que la celebración de este 12 de junio va a ser especialmente destacada.

Con la iniciativa queremos recordar que muchos de los productos que consumimos de manera cotidiana (café, chocolate, azúcar, ropa y otros artículos textiles, cereales…) esconden explotación laboral de niños y niñas. Sumarse al Comercio Justo es una manera de actuar ante esta realidad, ya que la ausencia de explotación infantil es uno de los principios esenciales que deben cumplir todas sus organizaciones.

El objetivo de la campaña es que el público consumidor, niños/as, familias, centros educativos y la ciudadanía en general pueda mostrar en redes sociales su compromiso y rechazo al trabajo infantil.

¿En qué consiste la campaña? ¿Cómo puedo participar?

Es muy sencillo. Si quieres sumarte a la campaña durante la próxima semana (a partir del martes 8 junio) puedes hacerlo de dos maneras:

1- Descarga el cartel Contra el trabajo infantil, elijo Comercio Justo (en castellano, catalán o euskera), imprímelo y hazte una foto con él y/o con algún producto de Comercio Justo. Publícalo en redes sociales con la etiqueta #ElijoComercioJusto.

 

2- Imprime la versión para colorear del cartel Contra el trabajo infantil, elijo Comercio Justo (en castellano, catalán o euskera), decóralo y hazte una foto con él. Publícalo en redes sociales con la etiqueta #ElijoComercioJusto.

O si lo prefieres, puedes hacer un dibujo libre en esta plantilla y publicarlo en redes sociales con la etiqueta #ElijoComercioJusto.

¡Anímate y muestra en las redes tu compromiso con el trabajo infantil y el Comercio Justo!

El trabajo infantil, en cifras

Los datos de la Organización Internacional de Trabajo muestran la magnitud la problemática del trabajo infantil en el mundo que, además, puede verse agudizada por las crisis, el aumento de la pobreza y el cierre de escuelas derivadas de la pandemia. Este informe así lo describe.

Según sus últimas mediciones, 152 millones de niños y niñas trabajan en todo el mundo, y casi la mitad (73 millones) realiza trabajos peligrosos.

En su mayoría el trabajo infantil afecta a niños varones, 88 millones, mientras que 64 millones son niñas.

Por sectores de actividad, el trabajo infantil se concentra en primer lugar en la agricultura: 7 de cada 10 menores que trabajan lo hacen en la agricultura, ganadería o pesca; el 17% lo hacen en el sector de servicios y el 12% en la industria, en particular la minería.

Por regiones geográficas, en África 1 de cada 5 niños o niñas trabajan. En otras regiones la prevalencia es menor: en los Estados Árabes, 1 de cada 35 niños; en Europa y Asia Central 1 de cada 25; en las Américas, 1 de cada 19 niños, y en la región de Asia y el Pacífico, 1 de cada 14.

Casi la mitad de los 152 millones de niños víctimas del trabajo infantil tienen entre 5 y 11 años; 42 millones (28%) tienen entre 12 y 14 años; y 37 millones (24%), entre 15 y 17 años.

Por otro lado, es importante destacar que estas cifras podrían ser mayores ya que el trabajo infantil en muchas ocasiones es una realidad invisible y difícil de medir.  Así lo constata el informe “Erradicar el trabajo infantil, el trabajo forzoso y la trata de personas en las cadenas mundiales de suministro” publicado en noviembre de 2019 por UNICEF, la Organización Internacional del Trabajo, Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos y Organización Internacional de las Migraciones.

El informe analiza las complejas redes de suministro y producción de una gran parte de los productos que consumimos, que están elaborados con materias primas o materiales procedentes de países de todo el mundo y son procesados, ensamblados, envasados, trasladados y consumidos en todos los países y mercados del mundo. En estas redes se esconden diversas formas de explotación laboral infantil.

La contribución del Comercio Justo a la reducción del trabajo infantil

El principio número 5 del Comercio Justo establece como unos de los aspectos básicos que deben cumplir, la prohibición de cualquier forma de explotación de niños y niñas en las propias organizaciones o en empresas intermediarias. Además, todas las organizaciones deben estar adheridas a la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, y a las leyes nacionales o locales sobre el empleo de los niños y niñas.

Así señala que “cualquier participación de niños o niñas en la producción de artículos de Comercio Justo (incluyendo el aprendizaje de un arte tradicional o artesanal) siempre es comunicada y monitoreada y  no debe afectar negativamente al bienestar, la seguridad, los requisitos educativos y la necesidad de jugar de los niños y las niñas.”

Pero además de esto, gran parte de las cooperativas y organizaciones productoras invierten la prima social en iniciativas relacionadas con la educación de niños, niñas y jóvenes (becas, escuelas infantiles para los hijos/as de las familias productoras y del resto de la comunidad, ayudas para material escolar o transporte, etc.)

Por último, las organizaciones de Comercio Justo trabajamos en la denuncia, acciones de incidencia política e iniciativas de movilización ciudadana para favorecer los cambios necesarios.

Encuentro on-line con la cooperativa cafetalera Guaya`B (Guatemala)

El  miércoles 9 de junio a las 16:00 h. (hora en España-península) la Coordinadora Estatal de Comercio Justo organiza un encuentro on-line con Ramón Delgado, miembro de la cooperativa Guaya’B y Alberto Abad, presidente de la CECJ.

En Guatemala la cosecha del café coincide con las vacaciones escolares, por lo que muchas familias optan por llevar a los niños y niñas al campo y en algunos casos se ven obligados a trabajar. La cooperativa de Comercio Justo Guaya’B ha puesto en marcha el proyecto «Niñez Feliz» en el que han creado escuelas que funcionan durante la recolección y les aporta  refuerzo de contenidos escolares y alimentación variada. En este proyecto también se han realizado charlas de concienciación a familias y empleadores sobre los riesgos del trabajo infantil.

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