De las 242 organizaciones que elaboran artículos de Comercio Justo vendidos en España, el 80% adoptan fórmulas jurídicas propias de la economía solidaria siendo el 46% cooperativas, según datos de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Dicha forma jurídica comparte muchos de los valores y principios con este sistema comercial alternativo. Su contribución a la reducción de la desigualdad y la pobreza ha sido valorada por Naciones Unidas. El primer sábado de julio se celebra el Día Internacional de las Cooperativas, que este año lleva por lema “Sociedades sostenibles gracias a la cooperación” con el que se quiere destacar la contribución de las cooperativas a la sostenibilidad y al fortalecimiento de las comunidades.
El modelo de organización cooperativo se basa en un planteamiento equitativo y centrado en las personas en el que la propiedad y los beneficios son comunitarios. Tiene una importante vocación social y de preocupación por la comunidad. Su funcionamiento y la toma de decisiones son democráticos y transparentes. Estos valores son algunos de los que definen, también, al Comercio Justo. De ahí que cerca de la mitad de las organizaciones productoras que elaboran artículos Justos vendidos en España, adopten la forma de cooperativa.
Con esta conmemoración, Naciones Unidas destaca la contribución de las cooperativas a las metas fijadas por dicho organismo. El movimiento del Comercio Justo y en concreto las cooperativas productoras contribuyen también a la lucha contra la pobreza y la desigualdad, el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género, la producción y el consumo responsables, a frenar el cambio climático y a la promoción de sociedades justas, democráticas e inclusivas. Todos ellos forman parte de la declaración de Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecida por Naciones Unidas para su cumplimiento antes de 2030.
Una de las cooperativas de Comercio Justo es Kavokiva, de Costa de Marfil, dedicada a la producción de cacao. Formada por 5800 personas, es la cooperativa agrícola más grande del país. Las decisiones se toman de manera democrática en asambleas. A través del Comercio Justo los campesinos cobran aproximadamente un 20% más que en el comercio convencional. Además de su actividad productiva, desarrollan varios programas de salud, de protección del medio ambiente y de lucha contra la explotación laboral infantil.