Representantes de la organización Corr the jute Works, perteneciente a Cáritas Bangladesh, han contado hoy en un desayuno informativo la historia de Maya y de Punnalaxmi, dos de sus trabajadoras que han conseguido salir de la pobreza.
Como ellas, las más de 4000 mujeres de la organización llevan una vida digna gracias a la producción de ropa, complementos y artesanías en condiciones de Comercio Justo.
Maya Rani es viuda y tiene 42 años. Vive con sus dos hijos en la aldea de Koran, distrito de Gazipur (Bangladesh). Para poder mantener a su familia, ella buscó trabajo. Una de sus vecinas le habló del centro de Jagaroni, en el que ella podría aprender a hacer artesanías de yute que además, se podían hacer en casa y así no dejaba a su familia sola. Así se unió a uno de los grupos de producción de Corr the Yute Works y comenzó a tener ingresos.
Así ha podido mejorar su casa, comprar dos vacas y arrendar una pequeña tierra cultivable, que la proporciona arroz. Ahora ella es la coordinadora de su grupo de producción, se encarga de organizar y distribuir el trabajo y de formar a sus compañeras.
Punnalaxmi Modhu tiene 41 años y vive con su marido y sus tres hijos. Era la mayor de cinco hermanos de una familia pobre que no podía permitirse llevarlos a la escuela. Se unió a la organización de Comercio Justo Corr the Jute Works, donde aprendió a hacer artículos artesanales con yute. Ahora ella y su familia cuentan con unos ingresos estables, han mejorado su vivienda y sus tres hijos están escolarizados.
Las historias de Maya y Punnalaxmi son solo dos de las más 4000 mujeres de la organización de Comercio Justo Corr the Jute Works, una iniciativa de Cáritas Bangladesh que trabaja desde 1973 promoviendo el empleo de mujeres a través de pequeños grupos de producción de ropa, complementos y artesanías. La entidad también les ofrece formación y un fondo de préstamos, y desarrolla proyectos educativos y sanitarios.
Hoy, dos representantes de Corr the Jute Works, Milton Milton Suranjit, responsable de desarrollo e información y Ananda Piacid, director adjunto, han contado en un desayuno informativo cómo el Comercio Justo favorece el empoderamiento y el desarrollo personal, económico y social de 4179 mujeres de Bangladesh.
Bangladesh, con la mitad de su población malviviendo con menos de 1 dólar al día, es uno de los países más pobres del mundo.
El evento de hoy es uno de los actos que la Coordinadora Estatal de Comercio Justo ha organizado con motivo del Día Mundial de la Justicia Social, que se celebra el 20 de febrero. Naciones Unidas señaló esta conmemoración para “apoyar la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social”. Unos objetivos que han quedado establecidos en la llamada “Agenda 2030”, la declaración firmada en la ONU en 2015 que incluye 17 metas con medidas concretas que deberán ser cumplidas antes de 2030.
Desde la CECJ agradecemos a Cáritas Española, y en particular al equipo de Economía Solidaria, su colaboración para la celebración del acto de hoy.