El 64% de la población española se muestra dispuesta a pagar más en la compra de sus productos para apoyar a las personas que los elaboran en países en desarrollo. Se trata de un porcentaje superior al de la media europea, situado en el 50%, según el Eurobarómetro. Pese a ello, el consumo ético y de Comercio Justo en Europa en general y en España en concreto sigue siendo minoritario.
Estas son algunas de las conclusiones de un nuevo estudio que analiza las actitudes y motivaciones de la ciudadanía europea ante el consumo responsable. El informe, cuya edición en castellano ha sido realizada por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, se presenta con motivo del Día Mundial de los Derechos del Consumidor (15 marzo).
El consumo basado en criterios ambientales o sociales sigue siendo minoritario en España y en general en toda Europa. Según datos del Eurobarómetro incluidos en este informe, el 21% de la población europea afirma elegir opciones éticas al comprar alimentos o ropa, aunque hay grandes diferencias entre los países más y menos comprometidos en este aspecto. En España el porcentaje de personas que se decantan por productos éticos es del 15%, mientras que en Suecia es del 49%, en Países Bajos el 38%, y en Alemania el 30%. En Portugal, solo el 7% de la población elige estas opciones.
Pero las diferencias no solo se encuentran entre países sino que también están relacionadas con otros aspectos.
El factor determinante es el nivel educativo: entre las personas con estudios básicos y con estudios superiores hay una diferencia de 21 puntos porcentuales entre aquellas propensas al consumo ético y las que no lo son.
La edad también influye: las personas mayores de 55 años son menos propensas a elegir opciones éticas que las de entre 25 y 54 años. En cuanto al género, un 24% de mujeres europeas se muestran dispuestas a comprar productos éticos frente al 19% de hombres.
Los datos de venta confirman estas tendencias. El Comercio Justo ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años en Europa en general y en España en particular. En nuestro país en 2018 las ventas de estos productos superaron los 77 millones de euros, con un aumento de un 50% respecto al año anterior. Sin embargo, todavía representa un porcentaje pequeño en relación al consumo habitual. A nivel europeo, en la cesta de la compra de alimentación y bebidas, el Comercio Justo no llega el 1%. Entre países hay grandes diferencias: en Suiza, el gasto medio por persona y año en estos productos es de 80 euros, mientras que en España es de 1’67 euros. La media europea en 2018 se situó en algo más de 15 euros.
El nuevo estudio también analiza las actitudes ante la colaboración con los países en desarrollo. En este sentido, el 53% de la población europea considera que las acciones individuales -como puede ser la compra- tienen un papel importante en la lucha contra la pobreza. En España este porcentaje asciende al 65%.
En relación con los criterios éticos que los consumidores y consumidoras tienen presente en sus decisiones de compra, el estudio concluye que para el 38% de la población de 5 países (Alemania, Italia, Francia, España y Reino Unido) es importante la producción respetuosa con el medio ambiente, mientras que aspectos como los salarios justos o las condiciones de trabajo seguras fueron señalados como importantes por un porcentaje menor de población. Sin embargo, en el caso del consumo de ropa, un porcentaje superior (39%) sí considera importante el pago de un precio justo a quienes la elaboran. Estos datos pueden demostrar que el conocimiento de las condiciones laborales en el sector textil es mayor que en otros productos.
Otro de los asuntos estrechamente relacionados con el consumo con criterios éticos es el de los sellos de certificación ecológica y de Comercio Justo. El estudio concluye que en general siguen desempeñando un papel secundario en las decisiones de compra. Mientras que un 32% de la población europea sí afirma que estos sellos influyen en sus decisiones de compra, un 39% reconoce que no se fija en estos sellos. Un porcentaje que en el caso de España llega al 59%.
En general, en Europa, el sello de Comercio Justo Fairtrade es el más reconocido, incluso por encima del de agricultura ecológica, aunque en el análisis detallado por países hay grandes diferencias: en los países del norte y centro de Europa son más conocidos los sellos de Comercio Justo que en los países del Sur y Este de Europa, donde los más reconocidos son los de agricultura ecológica. En concreto en España el 14% de las personas reconoce el sello de agricultura orgánica y el 21% la etiqueta ecológica europea, mientras que el sello de Comercio Justo Fairtrade es solo reconocido por un 3% de la población.
El informe “Revisión bibliográfica sobre la opinión pública en materia de comercio justo y consumo ético” ha sido elaborado por Global Cad para el proyect Trade Fair Live Fair con financiación de la UE. La edición en castellano ha sido realizada por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo en el marco de ese mismo proyecto.