Artículo escrito por Vitoon Panyakul, presidente de la cooperativa de Comercio Justo Green Net (Tailandia), y publicado en el informe El Comercio Justo en España 2020.

Al igual que la pandemia provocada por el Covid-19, los cambios climáticos han afectado a todo el mundo y todos y todas nos vemos obligados a cambiar. Aunque de vez en cuando oímos noticias al respecto, para los agricultores y agricultoras tailandeses, y quizás para todas las personas que viven de la agricultura en el mundo, el cambio climático es ya un fenómeno cotidiano. Es una lucha diaria y constante por su supervivencia.

En Tailandia, el verano parece ser más caluroso cada año, mientras que el invierno rara vez es «frío». Durante el mediodía (entre las 11:00 – 15:00), la luz del sol es demasiado fuerte, ni siquiera los agricultores/as más fuertes pueden tolerar ya trabajar al aire libre. Además, el patrón de lluvias se vuelve irregular, a menudo llega muy tarde. Normalmente la temporada de lluvias debería comenzar a finales de abril o principios de mayo, pero hoy en día comienza a finales de mayo o principios de junio. Las lluvias, en lugar de repartirse de forma más o menos uniforme, caen con fuerza y luego se detienen durante semanas antes de que se produzcan otras lluvias intensas, lo que a menudo provoca inundaciones repentinas.

Todo esto hace que las tareas agrícolas sean mucho más difíciles de planificar y realizar.

Desde finales de 2007, Green Net Coop y su organización hermana, la Fundación Earth Net, habían puesto en marcha una serie de actividades de adaptación al cambio climático, que incluían la investigación y documentación de los impactos climáticos en los agricultores/as, la evaluación participativa de la vulnerabilidad, el diseño de medidas de adaptación y el apoyo para ponerlas en práctica. Más de 200 agricultores y agricultoras recibieron apoyo técnico y financiero para mejorar su capacidad de hacer frente a las variaciones climáticas actuales y prepararse para el cambio climático futuro.

Foto: Ideas

Desde 2011, Green Net Cooperative ha reservado parte del presupuesto de la prima de Comercio Justo para compensar a los agricultores/as que sufren pérdidas de cosechas debido a anomalías climáticas como sequías o inundaciones. El número de personas que solicitaban estas ayudas crecía año tras año, casi en su totalidad por parte de quienes cultivan arroz. Y a menudo nos encontramos con que los mismos agricultores/as solicitaban la compensación casi todos los años.

En 2018, la Asamblea General de Green Net Cooperative decidió poner fin al programa de compensación climática en favor de un enfoque más proactivo para ayudar a los agricultores y agricultoras a reestructurar sus tierras de cultivo. Se presta especial atención a los arrozales de altura que normalmente son propensos a la sequía y que probablemente empeoren con el paso del tiempo. Se trata de un programa conocido como «reducción de las tierras de cultivo de arroz orgánico» y su sustitución por otros cultivos alimentarios mejor adaptados al calor y al régimen de lluvias errático.

Se podría pensar que la reducción de los campos de arroz significaría menos volumen de producción y una caída de los ingresos en efectivo de los agricultores/as, socavando también el propio negocio de arroz orgánico y de Comercio Justo de Green Net. Pero creemos que esto es un mito. Hemos conocido casos en los que los agricultores/as por iniciativa propia convierten los arrozales «improductivos» (los que se encuentran en las zonas altas) en otros cultivos, pero sus rendimientos anuales de arroz permanecen inalterados. ¿Por qué? Porque el agua, los abonos orgánicos y los trabajos en los arrozales se pueden concentrar en un terreno más pequeño. Con una producción más intensiva y suficiente agua y abono, el arroz en los campos restantes rinde más, acabando más o menos con el mismo volumen de cáscara y, en algún caso, con un volumen mayor.

Pero incluso si, en el peor de los casos, el rendimiento disminuye, mientras que en los «nuevos campos» puedan cultivarse otros alimentos y cultivos comerciales durante más o menos todo el año, los ingresos de los agricultores y agricultoras no se reducirían necesariamente, más bien, aumentarían.

En el marco de esta nueva iniciativa, se ha previsto una serie de apoyos para ayudar a los agricultores/as miembro. Las intervenciones previstas incluyen ayudas técnicas, financieras y de mercado.

El programa está siendo ejecutado por la Fundación Earth Net (nuestra organización hermana), que tiene una larga experiencia en este ámbito.

Las ayudas técnicas consisten en: Evaluación de la sostenibilidad de las explotaciones, y apoyo a los cultivos alimentarios y comerciales, la agrosilvicultura o los árboles perennes. Las ayudas financieras se centran en: préstamos a bajo interés para la reestructuración de las explotaciones, y subvenciones de los insumos agrícolas necesarios. Por último, las ayudas de acceso al mercado local se dirigen a la mejora del acceso a los mercados locales (productos frescos) y procesamiento de alimentos a pequeña escala para los mercados nacionales.

Para acceder a dichas ayudas, se establecen condiciones preferentes para las personas más pobres (con pocas tierras de cultivo), las mujeres solteras y jóvenes agricultores/as.

Ofrecemos ayudas técnicas flexibles para los campos reconvertidos según 3 modelos básicos:

–          Modelo 1: para los agricultores/as con poca mano de obra en la explotación (la mayoría son bastante mayores), deben hacer agroforestería con árboles madereros de larga duración, intercalando cultivos polivalentes o medicinales.

–          Modelo 2: para quienes tienen suficiente mano de obra, cultivarían anacardo (gran tolerancia a la sequía) intercalado con cultivos de campo anuales como por ejemplo, sésamo, judías verdes y hortalizas locales.

–          Modelo 3: otro sistema a elección del agricultor/a (por ejemplo, ganadería).

Las ayudas financieras se conceden principalmente mediante préstamos a largo plazo (6 años) con un interés del 1% durante los dos primeros años y del 3% durante el resto. La garantía del préstamo la aportan otros tres agricultores/as miembros. El préstamo puede devolverse una vez que vendan sus productos a Green Net.

El acceso al mercado para sus productos procedentes de los campos convertidos está asegurado. Green Net se compromete a comprar sus principales productos como arrozales, anacardos, sésamo y judías verdes. Apoyamos los mercados locales nuevos y existentes para que puedan vender por sí mismos las verduras y otros productos locales.

Para seguir garantizando unos medios de vida justos y sostenibles a los agricultores y agricultoras, Green Net también se ve obligada a cambiar.

Debemos aprender y adoptar continuamente nuevos enfoques y métodos de trabajo para seguir siendo relevantes y eficaces. La historia nos enseña que quienes no se adaptan, pronto se «extinguen».

 

 

 

 

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