40’05 millones de euros fue la facturación obtenida por los productos de Comercio Justo en España durante 2016, lo que supone cinco millones más que en 2015, esto es, un aumento del 15%, que dobla al registrado en los dos años anteriores. Este es el principal dato del informe “El Comercio Justo en España 2016. Convergencias con la Agenda 2030”, elaborado por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Este importante crecimiento se ha obtenido gracias al aumento de las ventas experimentado tanto por las organizaciones de Comercio Justo como por empresas convencionales.
Desde el año 2000 -el primero del que se tienen datos- la cifra global de consumo de Comercio Justo en nuestro país no ha parado de crecer. La novedad es que en el último ejercicio este aumento se ha producido a partir del aumento de las ventas por parte de las organizaciones de Comercio Justo como de las empresas convencionales. Una confluencia que ha hecho posible un incremento de un 15% en la facturación total, el doble del registrado en los años anteriores.
Supermercados y grandes superficies, con un 38% de la facturación, se sitúan como el principal espacio de consumo del Comercio Justo. Le sigue el denominado canal “HORECA” (hostelería, catering y restauración), con el 36% del mercado. En tercer lugar, los establecimientos minoristas generan un 23% de las ventas. Es aquí donde se encuentran las 75 tiendas especializadas en Comercio Justo gestionadas por las organizaciones miembro de la CECJ, que por primera vez desde el inicio de la crisis, han visto aumentada su facturación, de 5’5 millones a 5’8 millones en el último año. “Es una ligera subida pero que supone una noticia positiva para estos espacios que constituyen el corazón de nuestro sector. Esperamos que en los próximos años se consolide este crecimiento”, valora Mercedes García de Vinuesa, presidenta de la CECJ. Por otra parte, en otros establecimientos minoristas (tiendas ecológicas, herbolarios…) también han aumentado las ventas de productos de Comercio Justo.
La alimentación continúa siendo la protagonista del Comercio Justo ya que representa el 93% de las ventas. Solo el café genera el 43% de la facturación. El azúcar, los dulces y el cacao -con un 40%- son el grupo que más ha crecido respecto a 2015, y en gran medida son los responsables del crecimiento global del sector. Por el contrario, la artesanía, con un 4’8% de las ventas continúa en la línea de descenso iniciada en el 2008. En este grupo, los complementos y los productos textiles se mantienen como los más vendidos, y los juguetes han experimentado una subida. Por último, los artículos de cosmética e higiene mantienen su peso relativo en el global, en el 2%.
El 79% de las ventas procedió de artículos certificados con el sello Fairtrade, la garantía de Comercio Justo más extendida a nivel mundial y en nuestro país. Sin embargo, respecto al 2015, se ha incrementado en dos puntos la venta de productos que cuentan con otros sellos o con otras garantías de Comercio Justo. Actualmente estos suponen un 21% del mercado.
Pese al aumento de las ventas, nuestro país continúa a la cola en relación con nuestros vecinos europeos, donde la media de consumo de Comercio Justo por persona en 2016 fue de 13’7 euros, mientras que en España fue de 0’86 euros. Solo República Checa, Letonia, Lituania y Eslovaquia tienen un gasto menor. Por el contrario, los países europeos donde el Comercio Justo está más presente son Suiza (59 euros por persona/año), Suecia (36’5) y Reino Unido (34’3). A nivel mundial, el mercado español solo representa el 0’5% del mercado global de Comercio Justo.
El informe pone de manifiesto que las administraciones públicas aumentaron sus compras de Comercio Justo, aunque todavía representan una parte ínfima, el 0’17% de la facturación total del sector. “Este aumento sigue siendo insuficiente pero esperamos que signifique un cambio de tendencia en el comportamiento de la administración”, reflexiona la presidenta de la CECJ.
En cuanto a la presencia social del Comercio Justo en nuestro país, en las organizaciones de la CECJ trabajan 131 personas de manera directa y más de 2600 colaboran como voluntarias. El 75% de ellas son mujeres. Existen 75 tiendas y 74 puntos de venta especializados en Comercio Justo, repartidos por todas las comunidades autónomas. “Se trata de pequeños establecimientos cuya importancia radica no tanto en su cifra de ventas como en su contribución a la sensibilización y la movilización social”, explica Mónica Gómez, vocal de la CECJ.
En 2016 las tiendas de Comercio Justo generaron el 13’5% de las ventas del sector. “En un contexto en el que el consumo de Comercio Justo crece, las tiendas hemos venido perdiendo cuota de mercado desde el 2008”, ha señalado M. Gómez. “Esto nos preocupa porque las tiendas son el espacio fundamental para mantener vivo y fortalecer el movimiento del Comercio Justo, desde donde contribuir a la sensibilización de la ciudadanía y a desarrollar campañas de denuncia. Son un espacio vital para crear una sociedad diferente”, ha añadido M. Gómez, quien ha hecho un llamamiento a la sociedad en su conjunto para que “se informe, colabore y compre en estos espacios, en definitiva, que participe en el movimiento del Comercio Justo”.
En cuanto al origen de los productos, las entidades miembro de la CECJ importaron artículos procedentes de 242 organizaciones de más de 40 países. De América Latina los que tienen más peso son el cacao de República Dominicana, el café de Perú y el azúcar y dulces de Ecuador y Paraguay. De Asia destacan los textiles y bisutería de India, el azúcar de Filipinas, el té de Sri Lanka y el arroz de Tailandia. De África, por volumen sobresale el café de Uganda, Etiopía y Tanzania y el cacao de Costa de Marfil. El 80% de estas organizaciones productoras adoptan formas de la economía social, es decir, son cooperativas, fundaciones o asociaciones.
El informe “El Comercio Justo en España 2016. Convergencias con la Agenda 2030” se completa con un análisis de cómo el Comercio Justo contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados por Naciones Unidas y que habrían de cumplirse antes del 2030.