En 2016 se cumplen 30 años desde la apertura de las dos primeras tiendas de Comercio Justo en España. Un aniversario que las organizaciones de Comercio Justo celebrarán a lo largo del año con una campaña de difusión, publicaciones especiales y diversos actos. Hoy en el sector en nuestro país trabajan unas 125 personas y más de 2000 colaboran como voluntarias. En estas tres décadas el Comercio Justo ha ganado presencia en nuestra sociedad no solo en ventas, que superan los 33 millones de euros, sino también a través de campañas de sensibilización y denuncia y acciones de incidencia política.
En 1986 abrían las dos primeras tiendas de Comercio Justo en nuestro país, en Donostia-San Sebastián de la mano de Emaús y en Córdoba por la cooperativa Sandino, hoy IDEAS. Pero desde los años 70 varias organizaciones venían desarrollando iniciativas de comercio directo con grupos de artesanos de Asia y América Latina. Actualmente en España existen 140 tiendas y puntos de venta y 12 tiendas on-line, gestionadas por las organizaciones de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Estas conviven con otros canales de distribución como grandes superficies, cadenas de hostelería y otros minoristas.
En los 90 se inauguraron gran parte de las actuales tiendas. En el 2000 el primer análisis de ventas mostraba una facturación que apenas alcanzaba los 7 millones de euros. En 2014 ha ascendido a 33,2 millones de euros. En estos años la gama de productos se ha ampliado y ha cambiado el consumo: si en el 2000 la mitad de lo que se vendía era artesanía, hoy el 90% es alimentación.
Paralelo a la comercialización, las organizaciones de Comercio Justo han desarrollado una importante labor de sensibilización y difusión a través de acciones en centros educativos y campañas, con la finalidad de dar a conocer la desigualdad global y las situaciones de injusticia que sufren trabajadores-as en América Latina, África y Asia y fomentar un consumo más responsable y sostenible.
Por otro lado, el trabajo en incidencia política ha conseguido algunos logros como la aprobación de proposiciones no de ley de apoyo al Comercio Justo. También se ha avanzado en la incorporación del Comercio Justo en las compras de las administraciones públicas, pero todavía es insuficiente.
El Comercio Justo surgió en nuestro país por la preocupación ante la pobreza en la que vivían 3000 millones de personas a finales de los 80 y las injusticias del comercio internacional. Hoy la pobreza continua afectando a mil millones de personas y la desigualdad ha aumentado. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el 80% de la población mundial posee el 6% de la riqueza global mientras que el 1% posee la mitad de esta riqueza. Además existen 830 millones de trabajadores pobres, es decir, que viven con menos de 2 dólares al día. El trabajo infantil afecta a 168 millones de niños y niñas. Estas injustas realidades motivan a las organizaciones de Comercio Justo a continuar trabajando para combatirlas.