Manduvirá es una cooperativa de Paraguay, situada en la provincia de Arroyos y Esteros que produce azúcar orgánica. En la entrevista, Andrés González, gerente general de la organización, nos cuenta cómo beneficia el Comercio Justo a su comunidad.
Agradecemos a las organizaciones Kidenda y Oikocredit su colaboración para la realización de la entrevista, aprovechando la conferencia que ofreció en su sede de Bilbao el pasado 10 de noviembre.
¿Cómo es la zona de Arroyos y Esteros?
Es una comunidad de unas 22.000 personas que está a 70 kilómetros de Asunción, la capital del país. La gran mayoría de sus habitantes se dedican a la producción agrícola sobre todo de caña de azúcar, pero también de sésamo, algodón o productos de consumo directo.
¿Cómo son los socios de la cooperativa?
Son familias que poseen una tierra de unas 3 o 4 hectáreas. Son pequeños productores cuya principal o única fuente de ingresos es la agricultura.
¿Qué les aporta pertenecer a la red de Comercio Justo?
El Comercio Justo, sobre todo, logra el empoderamiento de los socios ya que en Comercio Justo el productor es quien controla gran parte de la cadena de producción y comercialización, de manera que
la mayor parte de los beneficios queda en manos de quienes hacen la mayor parte del trabajo, es decir, los productores.
Además, el Comercio Justo nos da la posibilidad de acceder a un buen mercado a través del que podemos exportar nuestro producto: azúcar orgánica certificada. Actualmente llega a 19 países europeos.
¿Cómo beneficia el Comercio Justo y sus principios a la comunidad?
En Manduvirá nos basamos en los principios del cooperativismo que parten del compromiso con la comunidad, donde los criterios del Comercio Justo como son la democracia, la participación y la transparencia entroncan perfectamente.
Otro de los criterios principales es el no a la discriminación de cualquier tipo: género, raza, religión, ideología política… Por supuesto, otro criterio es no al trabajo infantil. Además, todos los hijos menores de 15 años de los socios de Manduvirá están escolarizados. Gracias a la prima de Comercio Justo se les puede brindar uniforme, calzados, libros, útiles escolares, es decir, todo lo que se requiera para que el niño o niña estén en la escuela, y no haya motivos para que lo abandone.
También aplicamos el criterio del pago de un precio justo. Estamos pagando el mejor precio en Paraguay por la caña de azúcar. Y, por último, tenemos en cuenta el cuidado al medio ambiente
Así que, para nosotros, el impacto del Comercio Justo va desde lo económico a lo social hasta lo ambiental.
¿Cómo nació la cooperativa Manduvirá?
Nació con 39 socios en 1975. Actualmente tenemos 1750 socios, hemos crecido mucho. La cooperativa nace como una respuesta a un problema común. Cuando hay un problema común es necesario buscar una solución común. En este sentido la cooperativa fue un recurso importante para dar una solución ante la falta de financiación. Se unieron 39 personas entre productores, maestros y comerciantes. Esta cooperativa con el tiempo fue enfocándose hacia la producción agrícola que es la actividad principal en Arroyos y Esteros. A partir del año 1995 entran en contacto con la red de Comercio Justo. Y desde el 99 hasta hoy contamos con la certificación de Comercio Justo.
¿Creen que si no hubieran participado en la red de Comercio Justo, su situación actual sería diferente?
Sí, desde luego. Hay un antes y un después de entrar en Comercio Justo. Tanto es así que gracias a ello estamos haciendo realidad nuestro sueño de tener nuestra propia fábrica de azúcar.
Por último, ¿qué mensaje le gustaría transmitir al consumidor español?
Todos tenemos un compromiso para tratar de cambiar, no sé si el mundo, pero sí una parte o, al menos, nuestro mundo. Todos tenemos el compromiso de invertir nuestro tiempo, recursos o nuestro consumo en ayudar a los demás porque debemos dejar a nuestros hijos, y a los hijos de nuestros hijos, un futuro mejor.