31,1 millones de euros fue la facturación de productos de Comercio Justo registrada en España en 2013, lo que supone un crecimiento del 10% respecto al año anterior. Este es el principal dato del informe “El Comercio Justo en España 2013. Diagnósticos y alternativas en clave europea”, presentado esta mañana. El 70% de las compras se produjo en establecimientos de hostelería y grandes superficies. Por el contrario, las tiendas de Comercio Justo ven descender sus ventas, que suponen el 20% del total.
La publicación ha sido elaborada por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) con la aportación de datos de venta de Fairtrade Ibérica, y cuenta con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
El informe confirma el proceso de cambio en el que está inmerso el Comercio Justo desde hace unos años. Las ventas continúan aumentando debido a la mayor cantidad de lugares de venta donde se pueden encontrar estos productos, que conviven con las tiendas y organizaciones de Comercio Justo. Así, el llamado canal HORECA (hostelería, restauración y catering) registró el 38% de las ventas de productos de Comercio Justo, y las grandes superficies y supermercados el 30%. El pequeño comercio representó el 28’3% de los ingresos del sector, donde las tiendas de Comercio Justo representa un 20% y el resto otro tipo de minoritas (herbolarios…).
Son las tiendas de Comercio Justo las que están sufriendo las consecuencias de la crisis. Estos establecimientos, gestionados por las organizaciones de la CECJ que iniciaron el camino de esta alternativa comercial y que hasta 2008 eran responsables de aproximadamente el 70% de las ventas, hoy sufren la caída de sus ingresos. Si en 2009 las tiendas de Comercio Justo facturaron más de 10 millones de euros, en el último año ingresaron 6,3 millones.
“Nos preocupa mucho esta situación ya que las tiendas son el núcleo del movimiento. La bajada de ingresos dificulta su actividad de movilización y sensibilización, que es una parte esencial del Comercio Justo”, explica Mercedes García de Vinuesa, presidenta de la CECJ.
De los productos de Comercio Justo vendidos en España, tres de cada cuatro llevan el sello Fairtrade, principal certificación a nivel mundial. Durante 2013 la venta de dichos productos en nuestro país aumentó un 6%.“Se trata de un avance significativo pero todavía queda mucho trabajo que hacer y camino por recorrer con los diversos agentes de la sociedad española”, ha comentado Álvaro Goicoechea, director de Fairtrade Ibérica.
La alimentación continúa liderando el sector, con un aumento del 11% respecto al último año. Nueve de cada diez productos vendidos de Comercio Justo fueron de alimentación. Solamente el café está detrás de la mitad de las compras de productos Justos en España. Le siguen los dulces, principalmente el azúcar (24% de las ventas), el cacao (5%) y otros productos elaborados (mermeladas, miel, galletas, zumos…).
La artesanía, que registra menos del 8% de las ventas totales, se mantiene en niveles bajos tras las caídas de los últimos años. Dentro de este grupo, los artículos más vendidos son los complementos, ropa y textil de hogar. “Además de ser un sector más vulnerable a la crisis, la mayor parte de la artesanía se vende en el pequeño comercio. Estas pueden ser las causas que expliquen sus bajos niveles de venta”, analiza García de Vinuesa. Por último, productos como la cosmética representan casi un 2% de la facturación.
A pesar del aumento en las ventas, España está muy lejos de los niveles de compra de Comercio Justo en otros países europeos. Si en Europa la media por habitante y año en estos productos es de 10,3 euros, en nuestro país es inferior a 70 céntimos (66’8 céntimos).
De hecho, España es uno de los países europeos donde menos Comercio Justo se consume.
Por debajo solo se sitúan Letonia, Lituania y la República Checa. A la cabeza se encuentran Suiza (39 euros de media por habitante y año), Reino Unido (30 e.), Finlandia (28 e.) y Luxemburgo (20 e.).
En cuanto al origen de los productos, las entidades miembro de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo importaron artículos de más de 127 organizaciones de 34 países. Los productos alimenticios proceden, en su mayoría, de África y América Latina. Del continente negro también llegan gran parte de las materias primas con las que se realizan productos de cosmética. La artesanía tiene su origen principalmente en Asia y, en menor medida, en América Latina. Tres de cada cuatro de estas organizaciones productoras adoptan formas jurídicas de la economía solidaria, es decir, son cooperativas, asociaciones o fundaciones. La gran mayoría están avaladas por la Organización Mundial del Comercio Justo y muchas de ellas certifican sus productos a través de sellos como Fairtrade, los dos principales organismos internacionales que velan por el cumplimiento de los principios del Comercio Justo.
Análisis del impacto del comercio europeo
Además, la publicación “El Comercio Justo en España 2013. Diagnósticos y alternativas en clave europea” incluye varios artículos. El análisis de ventas se completa con un texto de ConsumeHastaMorir que reflexiona acerca de la supuesta libertad de elección de los y las consumidores.
Los dos bloques siguientes analizan la importancia de las políticas de la Unión Europea en el comercio internacional. El segundo capítulo se centra en los impactos que provoca el comercio europeo en las organizaciones productoras de América Latina, África, Asia y Europa. Dichos textos están firmados por el Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL), Campaña Ropa Limpia, Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y Asociación General de Consumidores (ASGECO).
El tercer capítulo plantea propuestas económicas dirigidas a favorecer una mayor justicia en las políticas comerciales europeas, como el Alternative Trade Mandate (Mandato Alternativo de Comercio), una estrategia europea para el Comercio Justo (texto escrito por Fair Trade Advocacy Office) y la compra pública ética (texto de IDEAS).