«Hoy día cada vez tiene menos sentido hablar de la simplista brecha Norte-Sur. Las desigualdades aumentan en todas partes, las brechas se multiplican y desbordan fronteras, hay perdedores de la globalización en todos los países, empezando por nosotros mismos. (…)
Frente a la falacia de oponer a productores y consumidores, a unas regiones del planeta contra otras, el Comercio Justo tiene un papel que cumplir en este contexto: insistir en su apuesta por un modelo de transformación social que concilie progreso social, exigencias medioambientales y desarrollo económico.»
Estas son algunas de las reflexiones que la Plate-Forme pour le Commerce Équitable -plataforma sectorial francesa similar a la CECJ- realizan ante el contexto actual. Asimismo plantean los principales retos a los que se enfrenta el movimiento del Comercio Justo en el país vecino: aumentar el consumo y los espacios de venta o definir una estrategia con las administraciones públicas son algunos de los que se plantean de cara a los próximos años.
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