“Para disfrutar de un buen café, no hace falta que termine molido nadie” es el mensaje que la Coordinadora Estatal de Comercio Justo quiere destacar de cara a las próximas fechas navideñas. Con él recuerda que con las compras es fundamental no solo tener en cuenta nuestros derechos como consumidores sino también los de quienes elaboran los artículos, en muchos casos, personas de América Latina, África y Asia. El Comercio Justo, que cuenta con 2’5 millones de productores en más de 70 países, 500 organizaciones importadoras y más de 4000 tiendas especializadas, es un sistema que establece prácticas comerciales más humanas y sostenibles, con las que disminuye la pobreza de millones de familias.
Una de las prácticas del Comercio Justo consiste en establecer el precio de común acuerdo entre la organización distribuidora y la productora, de manera que cubra los costes y asegure un salario digno a los trabajadores y trabajadoras. Además, se prefinancia una parte del pedido (a veces, hasta el 50%) para evitar que los productores tengan que recurrir a créditos bancarios. Asimismo, entre ambas partes se establece una relación a largo plazo.
Estas prácticas comerciales, junto con el resto de criterios de Comercio Justo benefician a millones de familias campesinas y artesanas de países del Sur. Más de 70 informes recogidos por la PlataformaFrancesade Comercio Justo demuestran que las familias mejoran su calidad de vida porque disponen de estabilidad económica y pueden ampliar sus capacidades productivas. Además el Comercio Justo evita el deterioro de su entorno natural ya que consolida el uso de prácticas de producción ecológica. Asimismo genera otros impactos positivos como una mayor autoestima, reconocimiento social y la participación en la toma de decisiones de su organización y su comunidad.
En España, se distribuyen productos de Comercio Justo elaborados por 200 grupos productores de más de 40 países. La facturación del sector se ha cuadruplicado en la última década, alcanzando los 26 millones de euros en 2011. Pese al crecimiento, nuestro país está todavía lejos de la media europea, unas diez veces mayor.
Alimentación, textil, cosmética, higiene, juguetes, papelería o artesanía son algunos de los productos de Comercio Justo que los consumidores pueden encontrar en las 130 tiendas y puntos de venta especializados o a través de las 11 tiendas on-line gestionados por las organizaciones miembro de la CECJ