Suele decirse que cuando Estados Unidos estornuda, los países de todo el mundo contraen la gripe. Observando cómo se ha extendido por todo el globo la crisis financiera iniciada en este país, parece evidente que este dicho se ha cumplido.
Con sus más de 14 billones de dólares de PIB (la mayor economía del mundo, sólo igualada por el conjunto de la Unión Europea), Estados Unidos pudo hacer frente al impacto de esta crisis y a duras penas empezar a salir de ella tras un tiempo, mientras que otros países con economías mucho menos potentes (el PIB de Bangladesh asciende a 70.000 millones de dólares aproximadamente) están sufriendo bastante más tratando de hacerle frente.
La desaceleración económica global tiene consecuencias drásticas en países en desarrollo como Bangladesh.
Pero estas exportaciones han caído en un primer momento debido a la ausencia de demanda. En respuesta a la crisis, las y los consumidores de en estos países han desviado el grueso de sus gastos a satisfacer necesidades básicas, en detrimento de bienes no esenciales.
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Este artículo fue publicado en el informe «El Comercio Justo en España 2010. Crisis, impactos y alternativas», editado por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.