La pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos. Es un problema de derechos humanos. Este año, con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Pobreza (17 octubre), Naciones Unidas destaca la importancia del trabajo decente como instrumento para combatirla. El Comercio Justo asegura condiciones de trabajo adecuadas, entre otros aspectos, para garantizar el derecho esencial a una vida digna.

Según datos de Naciones Unidas, casi 700 millones de personas en todo el mundo viven en la pobreza extrema, lo que significa que viven con menos de 2,15 dólares al día.

En el Día Mundial de lucha contra la pobreza Naciones Unidas destaca la importancia del trabajo decente, un derecho humano recogido en la Declaración Universal de 1948.

 

 

1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses. (Artículo 23)

 

La finalidad del Comercio Justo es la superación de la pobreza. El principio número 1 del Comercio Justo así lo establece.

El Comercio Justo, a través de sus 10 principios, aborda la lucha contra la pobreza desde varios aspectos: el económico, el social, humano y ambiental. garantizando de esta manera el ejercicio de derechos esenciales como el derecho al trabajo en condiciones dignas, el derecho a la remuneración equitativa, el derecho de asociación y sindicación o el derecho a la formación y desarrollo de capacidades.

En todo el mundo más de 2000 cooperativas y organizaciones productoras cultivan y producen alimentos, materias primas, artículos de textil, juguetes o complementos, bajo los principios del Comercio Justo. De esta manera sus más de 2 millones de trabajadoras y trabajadores y sus familias tienen una vida digna y garantizan el ejercicio de derechos esenciales.

Sobre el terreno: en Nepal, la experiencia de la cooperativa artesana Mahaguthi

En Nepal, más de 1000 artesanas y artesanos elaboran artículos textiles y artesanos organizadas en pequeños grupos. Todos ellos están agrupados en la cooperativa de Comercio Justo Mahaguthi, una de las más representativas de este movimiento.

 

La cooperativa produce, comercializa y exporta artículos de artesanía, realizados según técnicas tradicionales. Su objetivo es garantizar unas condiciones de trabajo seguras y dignas, especialmente a las mujeres, y favorecer la conservación de la tradición cultural, artística y artesanal.

Mahaguthi apoya a las artesanas y artesanos en el diseño, producción y comercialización.

Los beneficios extra que se generan en las ventas se destinan a Ashram Tulsi Mehar Mahila, organización donde se asiste a las mujeres y niños-as en condiciones de vida más difíciles. Allí, además de ofrecerles ayuda en alimentación, ropa, vivienda, salud y educación, ellas son formadas para trabajos que les aseguren su manutención.

Sigue en redes sociales la campaña: #DDHHyComercioJusto

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