“Llevamos las propuestas de los productores y productoras a las reuniones”, “Se sienten dueños de sus productos porque saben de dónde salen y hasta dónde llegan”, “Sabemos a cuánto está el quintal de cacao, cuánto beneficio hay, todos estamos enterados de lo que se mueve en la cooperativa”, “Los agricultores y agricultoras plantean sus problemáticas y participan en las asambleas”. Estos son algunos testimonios de representantes de cooperativas productoras de café, azúcar o cacao de Comercio Justo que cuentan en primera persona la importancia de aspectos como la transparencia, la participación de los trabajadores y trabajadoras, el funcionamiento democrático, la dignificación de las personas, el trabajo colectivo, el empoderamiento o la preocupación por el entorno.
Son valores que se concretan en prácticas determinadas y que suponen una gran diferencia respecto a gran parte del comercio convencional, en la manera de trabajar y en la consideración de los trabajadores y trabajadoras. Son todos ellos valores compartidos por el movimiento cooperativo y de Comercio Justo. No es casualidad que una gran parte de las organizaciones productoras de Comercio Justo sean cooperativas.
Este sábado 2 de julio se cumplen 100 años del Día de las Cooperativas (#CoopsDay). Aprovechamos esta fecha para destacar uno de los principios esenciales del Comercio Justo incluidos en su carta internacional, que es la transparencia y responsabilidad.
Se refiere a que las organizaciones de Comercio Justo deben ser transparentes en su gestión y en sus relaciones comerciales, deben involucrar a los empleados/as, miembros y productores/as en sus procesos de toma de decisiones, y deben asegurarse de que las informaciones pertinentes lleguen a los socios/as comerciales y a trabajadores/as.
En primera persona
“En las reuniones la primera pregunta siempre es: ¿cómo están los productores y productoras de su zona?”
Rosa Olivia Rizo, cooperativa de café Aldea Global (Nicaragua)
Para llegar a ser miembro de la junta directiva hay que pasar un proceso. Primero, en cada zona se elige a los delegados y delegadas. En la mía (San Rafael) decidieron que yo los representara. Luego fuimos a una asamblea general en Jinotega, formada por 60 delegados y delegadas. Ahí se vota quiénes serán los miembros de la junta directiva y a mí me eligieron para el cargo de secretaria.
Para la toma de decisiones la junta directiva nos reunimos los segundos viernes del mes y, extraordinariamente, cuando sea necesario. Si hay un tema importante que tratar se nos presenta el informe gerencial. En las reuniones, las primeras cuestiones siempre son ¿cómo está su zona?, ¿cómo están los productores?, ¿qué necesitan que se mejore?… Nosotros llevamos las propuestas; los comentarios de los productores y productoras son muy tomados en cuenta. Todo lo que proponemos se lleva a la práctica.
“Los productores venían de una cultura de la sumisión respecto a quien les pagaba”
Ada Zarate, cooperativa azucarera Manduvirá (Paraguay)
El proceso de fomento del cooperativismo y la participación es constante, más en nuestro país donde el nivel de formación y participación de los productores es relativamente bajo. Se trata de un proceso continuo, a través de capacitaciones y formaciones en los valores del cooperativismo y en lo que implica el asociacionismo y el Comercio Justo. Sobre todo buscamos que haya un empoderamiento de los productores y productoras, que la actitud no sea la de “yo vendo mi producto a la cooperativa y ya”, sino que digan “esta es mi cooperativa y mi fábrica”. Queremos que haya ese nivel de apropiación y más en una cultura en la que tras años de dictadura hay mucha sumisión por parte de los productores, que han estado acostumbrados a la idea de “me pagan lo que el empresario dice”. Ahora han aprendido a plantear sus problemáticas y llegar a negociar, que es fundamental. Este cambio se ve claramente en la participación en las asambleas de la cooperativa. Entrevista completa aquí.
“El Comercio Justo les aporta trazabilidad de su producto”
Mariano Ponce, de la cooperativa de azúcar y cacao Coopeagri (Costa Rica)
Los productores y productoras se sienten dueños de sus productos porque saben de dónde salen y hasta dónde llegan. Antes no sabían a dónde iba el producto que vendían. El Comercio Justo les da una trazabilidad que es importantísima y, además, saben que de principio a fin en la cadena de valor los verdaderos protagonistas son ellos. Entrevista completa aquí.
“Las decisiones se toman de manera democrática”
Jaime Gómez, de la cooperativa de cacao Conacado (República Dominicana)
Tenemos 162 asociaciones de base, que están en comunidades rurales o -como allí decimos, en parajes- que es la unidad de organización política más pequeña del territorio. Estas asociaciones de base se juntan y forman lo que llamamos un bloque de asociaciones o federación regional. Cada asociación tiene representantes en la junta directiva o confederación regional. Esta junta directiva regional nombra a delegados y delegadas que están en la asamblea nacional, que es el órgano máximo de dirección de Conacado. Las decisiones se toman de manera democrática. Las asociaciones plantean sus inquietudes o proyectos a la junta directiva regional y los delegados los suben a la asamblea nacional y de ahí se toman las decisiones, se aprueba, se discute… Entrevista completa aquí.
Cultura democrática, igualdad de género y producción sostenible: Más Comercio Justo, Más ODS
Los testimonios reflejan claramente cómo el Comercio Justo, a través de su principio número 2 (transparencia y responsabilidad), contribuyen de manera clara a la consolidación de una cultura democrática y participativa y en particular al avance en el del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16, relativo a la promoción de sociedades e instituciones inclusivas. En concreto, el Comercio Justo favorece el avance de las metas 16. 5 “reducir sustancialmente la corrupción y el soborno en todas sus formas” y 16.6 “crear instituciones eficaces, responsables y transparentes a todos los niveles.”
Pero además el Comercio Justo promueve modalidades de consumo y producción sostenibles, que constituye el ODS 12.
Garantizar la participación y toma de decisiones democráticas es especialmente importante en el caso de las mujeres trabajadoras. En contextos en los que el papel de las mujeres está relegado al ámbito doméstico, el hecho no solo de poder trabajar sino también opinar, votar, expresar sus ideas y que estas sean tomadas en cuenta en igualdad de condiciones, supone una clave para su desarrollo personal y contribuye a la transformación social y al cambio de percepción de los roles de género. De esta manera el Comercio Justo también contribuye al avance del ODS 5.5 “promover la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública”.
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