Con motivo del Día de los Derechos de la Infancia, que se celebra el próximo 20 de noviembre, y a punto de cerrar el 2021, Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, las organizaciones de Comercio Justo reivindicamos que es necesario un compromiso firme por parte de gobiernos, instituciones y empresas en la erradicación de la explotación laboral infantil, una lacra que viola los derechos esenciales de 160 millones de niños y niñas en todo el mundo e hipoteca su futuro y el de su comunidad.
El informe de UNICEF y la OIT presentado en junio de este año, concluye que el número de menores que trabajan ha aumentado en los últimos cuatro años. A principios de 2020, 63 millones de niñas y 97 millones de niños se encontraban en situación de trabajo infantillo que representa casi 1 de cada 10 menores en todo el mundo.
Por primera vez en 20 años, los progresos en este ámbito se han estancado.
El informe advierte de que, como consecuencia de la pandemia y si no se ponen medidas eficaces, 9 millones de niños y niñas corren el riesgo de pasar a ser trabajadores/as a finales de 2022.
El 70% del trabajo infantil se concentra en la agricultura, y es mucho más frecuente en zonas rurales que urbanas. África sigue siendo el continente con una mayor prevalencia del trabajo infantil.
Es importante destacar que estas cifras podrían ser mayores ya que el trabajo infantil en muchas ocasiones es una realidad invisible y difícil de medir. Así lo constata el informe “Erradicar el trabajo infantil, el trabajo forzoso y la trata de personas en las cadenas mundiales de suministro” publicado en noviembre de 2019 por UNICEF, la Organización Internacional del Trabajo, Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos y Organización Internacional de las Migraciones.
Esta publicación analiza las complejas redes de suministro y producción de una gran parte de los productos que consumimos, que están elaborados con materias primas o materiales procedentes de países de todo el mundo y son procesados, ensamblados, envasados, trasladados y consumidos en todos los países y mercados del mundo. En estas redes se esconden diversas formas de explotación laboral infantil.
Uno de estos ejemplos es el chocolate, donde el trabajo infantil sigue siendo una realidad, tal y como constata el estudio «Hacia la sostenibilidad de las cadenas de suministro de cacao«. En Ghana y Costa de Marfil, los dos principales países productores de cacao, más de 2 millones de niños y niñas trabajan en las plantaciones, y a menudo realizando tareas peligrosas como llevar cargas pesadas, utilizar machetes o manipular productos químicos. Las principales empresas chocolateras asumieron una serie de compromisos y acuerdos para erradicar el trabajo infantil, pero no han logrado su objetivo, ya no de acabar con el trabajo infantil, ni siquiera de reducirlo al 70%, según concluye el Barómetro del cacao de 2018.
Por ello, las organizaciones de Comercio Justo reivindicamos que las autorregulaciones de las empresas no son suficientes. Es necesario que haya leyes que regulen la actividad de las empresas a lo largo de toda su cadena de producción, y garanticen la protección de los Derechos Humanos y del medio ambiente de manera global.
De ahí, la Coordinadora Estatal de Comercio Justo nos hemos sumado a la Plataforma por Empresas Responsables, para unirnos a otras organizaciones, instituciones y empresas y solicitar al Gobierno de España que cumpla su compromiso de desarrollar una ley de debida diligencia, que obligue a las empresas concede en nuestro país a garantizar los Derechos Humanos y la protección del medio ambiente dentro y fuera de nuestras fronteras. Países como Francia o Alemania ya cuentan con una legislación en este sentido, y otros países han abierto ya procesos legislativos para desarrollarla.
Asimismo, la Comisión Europea tiene previsto aprobar próximamente una directiva europea en esta materia. Las organizaciones de Comercio Justo hemos expresado los aspectos que deber incluir dicha directiva para que realmente sea efectiva.
Muestra tu compromiso contra el trabajo infantil
Si quieres mostrar en redes sociales tu compromiso frente al trabajo infantil, te animamos a seguirnos en redes sociales con las etiquetas #DerechosInfancia #ElijoComercioJusto y #ComercioJusto y compartir las imágenes y mensajes de la campaña contra la explotación laboral infantil que difundiremos esta semana con motivo del Día Mundial de los Derechos de la Infancia (20 noviembre).
También puedes sumarte a la campaña Contra el trabajo infantil, #ElijoComercioJusto. Participar es muy sencillo. Puedes hacerlo de dos maneras:
– Descarga el cartel Contra el trabajo infantil, elijo Comercio Justo (castellano, catalán, euskera) imprímelo y hazte una foto con él y/o con algún producto de Comercio Justo. Publícalo en redes sociales con la etiqueta #ElijoComercioJusto.
– Imprime la versión para colorear del cartel Contra el trabajo infantil, elijo Comercio Justo (castellano, catalán, euskera ) decóralo y hazte una foto con él. Publícalo en redes sociales con la etiqueta #ElijoComercioJusto.
Si lo prefieres, puedes hacer un dibujo libre en esta plantilla y publicarlo en redes sociales con la etiqueta #ElijoComercioJusto
Anímate y muestra en las redes tu compromiso con el trabajo infantil y el Comercio Justo.
La contribución del Comercio Justo a la reducción del trabajo infantil
El principio número 5 del Comercio Justo establece como unos de los aspectos básicos que las organizaciones deben cumplir, la prohibición de cualquier forma de explotación de niños y niñas en las propias organizaciones o en empresas intermediarias. Además, todas las organizaciones deben estar adheridas a la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, y a las leyes nacionales o locales sobre el empleo de los niños y niñas.
Así señala que “cualquier participación de niños o niñas en la producción de artículos de Comercio Justo (incluyendo el aprendizaje de un arte tradicional o artesanal) siempre es comunicada y monitoreada y no debe afectar negativamente al bienestar, la seguridad, los requisitos educativos y la necesidad de jugar de los niños y las niñas.”
Pero además de esto, gran parte de las cooperativas y organizaciones productoras invierten la prima social en iniciativas relacionadas con la educación de niños, niñas y jóvenes (becas, escuelas infantiles para los hijos/as de las familias productoras y del resto de la comunidad, ayudas para material escolar o transporte, etc.)
Por último, las organizaciones de Comercio Justo trabajamos en la denuncia, acciones de incidencia política e iniciativas de movilización ciudadana para favorecer los cambios necesarios.