Esto es lo que advierte el informe “La Compra Pública Ética en el País Valenciano”, presentado recientemente en el Palau de Pineda, por las ONGD de la Xarxa Valenciana de Consum Responsable (Ecosol, Intermón Oxfam, La Tenda de Tot el Món, Petjades, Rudraksha, SETEM Comunidad valenciana, Sodepau). El desarrollo de este estudio se enmarca en la segunda fase del proyecto de sensibilización “Comerç Just, una qüestió de justicia”, subvencionado por la Conselleria de Justicia y Bienestar Social de la Generalitat Valenciana.

Algunas compras menores de productos por parte de ayuntamientos, ventas en algún colegio y mancomunidades, y la expedición de café de Comercio Justo en máquinas de universidades, entre otras actuaciones aisladas, retratan en gran parte la escasa importancia -aunque cada vez mayor en el caso de estas últimas- que las administraciones del País Valenciano le otorgan a la Compra Pública Ética.

Pero lo que más preocupa a las organizaciones es que las administraciones públicas autonómicas o superiores, la red de hospitales, empresas públicas o museos no han contemplado, en los últimos años, el Comercio Justo en ninguna de sus compras. Y que desde 1998 sólo se han registrado dos pliegos de contratación mayores, con esos criterios de compra.

En las actuaciones de Compra Pública Ética, el estudio constata la existencia de declaraciones institucionales a favor del Comercio Justo en 11 ayuntamientos, y actuaciones aisladas en colegios y universidades como la UJI de Castellón, la Universidad Politécnica y la Universitat de València. Respecto a estas últimas instituciones, el informe indica que “son los entes públicos que un mayor esfuerzo están realizando en Compra Pública Ética en el País Valenciano”.

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