En economía, el consumidor siempre ha sido tratado con respeto y cariño pues no en vano él es la razón de ser del mercado, la causa por la que se producen bienes y servicios (para satisfacer sus necesidades) y el oscuro objeto de deseo de marcas y anuncios que compiten por su voluntad, su fidelidad y su bolsillo. En este año III de la crisis la Coordinadora Estatal de Comercio Justo ha decidido, con tino, dedicar un capítulo de su informe anual a profundizar en la pregunta que da título a estas líneas ¿está en crisis el consumidor responsable?
El objetivo es analizar el eventual efecto que la crisis que comenzó en 2008 haya podido tener en el perfil del consumidor medio de Comercio Justo, para así entender si la pérdida de poder adquisitivo ha supuesto una disminución en la compra basada en criterios de solidaridad y justicia o por el contrario está más concienciado de la necesidad de alternativas a la sociedad de consumo.
Ya adelanto que la respuesta no es simple sino compleja y que tampoco se espere ver en estas páginas una apuesta clara y categórica por una de las dos alternativas.
En efecto. La respuesta a la primera de las posibilidades sería claramente afirmativa, según lo que se desprende de las cifras y datos comprendidos en los primeros capítulos de este Informe.
La encuesta llevada a cabo por la Coordinadora de Comercio Justo muestra cómo, para las 19 organizaciones que han contestado, el impacto de la crisis para el Comercio Justo en el Estado español ha sido negativo (16) o muy negativo (3), aun cuando hay algún atisbo de optimismo cuando se piensa en la propia organización: para 15 ha sido negativo, para 1 muy negativo, para 3 inapreciable y para 1 el impacto de la crisis está siendo ¡positivo!). La visión a medio plazo se ve con escepticismo en general (panorama malo para 7 entidades, igual para 9, 4 piensan que mejor) pero, una vez más, se ve que las organizaciones tienen ganas de trabajar, pues hasta 8 de ellas prevén un panorama claramente positivo a dos años vista.
Respecto a la segunda de las posibilidades planteadas en el primer párrafo (si la crisis está provocando mayor concienciación y un giro hacia posturas más responsables del consumidor), la respuesta es mucho más compleja y a ella se dedica el resto de este artículo.
Puede que este sea precisamente el sentido de la crisis. Repensar la actividad económica y buscar nuevas claves en su desempeño para favorecer una economía más humana, que evite situaciones de injusticia y de enriquecimientos desproporcionados a costa de otras personas es algo que entendemos deseable y posible. De hecho con los comienzos de la crisis, incluso se hablaba de refundar el capitalismo: “le laissez faire, c’est fini (…) Hay que refundar el capitalismo sobre bases éticas, las del esfuerzo y el trabajo, las de la responsabilidad, porque hemos pasado a dos dedos de la catástrofe» dijo Sarkozy en 2008. Este discurso, secundado por otros dirigentes –entre ellos el nuestro– abrió un panorama esperanzador de reformas de los mercados, de trabajar por una economía más humana y llena de valores, más cercana a los planteamientos del Comercio Justo que, sin embargo, ha acabado como una broma macabra. Probablemente –dice José Luis de Zárraga en su artículo– “con retoques cosméticos o sin ellos, entraremos en una nueva fase, sin nada que se parezca a una refundación del sistema o a una moralización de la economía”.
Lee el artículo completo en el PDf adjunto.
El artículo «¿Está en crisis el consumidor responsable?» fue publicado en el Informe «El Comercio Justo en España 2010» publicado por la CECJ con financiación de la AECID.