Un reciente estudio estadounidense asegura que el café no es perjudicial para la salud como se ha venido diciendo. Además si ejerces un consumo responsable de este producto contribuyes al desarrollo económico y social de los productores, sus familias y comunidades.
En la Fundación Copade trabajamos con el grupo de mujeres cafetaleras hondureñas COMUCAP contribuyendo a su empoderamiento económico y social a través del Comercio Justo.
Desde siempre hemos escuchado que el café no es bueno para la salud, que su abuso trae consecuencias como irritabilidad, insomnio, nacimientos prematuros, problemas arteriales… pero la realidad y la investigación indican lo contrario.
Un reciente estudio norteamericano publicado en enero de este mismo año asegura que el café no solo no es perjudicial para la salud, sino que es beneficioso contribuyendo en la paliación de enfermedades como el alzheimer, el parkinson, la diabetes, enfermedades cardiovasculares, etc…, incluso, siendo descafeinado.
El café es el producto mundial más consumido diariamente, es el segundo producto legal más comercializado en el mercado mundial, siendo solo superado por el petróleo. Mueve más de 52 mil millones de dólares anuales en el mundo y unos 25 millones de personas de las zonas tropicales y subtropicales más pobres del planeta trabajan en su producción. Su consumo alcanza las 600 mil tazas diarias, sólo en España, consumimos cerca de 200 millones de kilogramos al año.
Con la desregularización del mercado la competencia se volvió salvaje, insostenible social y medioambientalmente, y los precios volátiles e ínfimos del producto en origen ocasionaron la caída en la pobreza de muchas comunidades productoras. Por ello la alternativa que presenta el Comercio Justo es la más viable: se preocupa por la gestión sostenible de los cultivos, una relación horizontal con los productores, condiciones de trabajo dignas y salarios justos y equitativos entre otras.
En la Fundación Copade trabajamos con la cooperativa COMUCAP desde hace 5 años contribuyendo al desarrollo económico y social de las mujeres que la conforman. Este proyecto, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional al desarrollo (AECID), ha conseguido que las mujeres cafetaleras de Comucap, aumenten sus ingresos y garanticen su soberanía alimentaria a través de la diversificación de sus cultivos y la comercialización de su café tanto a nivel local, como nacional e internacional.