Con motivo de la visita de Gloria Rivera e Ivania Calderón a nuestro país, invitadas por La Tenda de Tot el Món, hemos hablado con ellas para que nos cuenten cómo es su trabajo y cómo beneficia el Comercio Justo en sus comunidades. Ellas son miembros de las cooperativas COMANUR y La Providencia, pertenecientes a la organización CECOCAFEN (Central de Cooperativas de Café del Norte). Ambas cooperativas están en el departamento de Jinotega.
¿Cómo es el trabajo en una cooperativa?
Ivania: En la cooperativa trabajan los socios y sus familias. Ambos trabajan en la finca, hombres y mujeres, los dos hacen las mismas labores. Al formar parte de la organización, la calidad de vida es mayor, por ejemplo en temas de género, además contamos con más oportunidades, asistencia técnica, capacitación, podemos participar en los órganos de dirección de las cooperativas, donde hay igualdad de género (la mitad son hombres y la otra mitad, mujeres) Aunque hay más hombres socios de las cooperativas ya que una gran parte de las mujeres no tienen el título de propiedad de la tierra.
El café lo vendemos a la Central de Cooperativas Cafetaleras del Norte (Cecocafen) que es la que se encarga de la comercialización. Un 98% de nuestro café va a Comercio Justo, otro 2% se vende a mercado nacional.
Gloria: Cecocafen agrupa a 12 cooperativas de base. Nos sentimos honrados de participar en una organización que trata de hacer cada día mejor la vida de los pequeños y medianos productores y a sus familias.
¿Qué problemas encontráis en vuestro trabajo?
Gloria: Muchas veces nos encontramos con falta de financiación para tecnificar la producción y hacerla más eficiente. Necesitaríamos mejorar las vías de acceso hasta nuestras fincas de producción de café ya que algunas son muy deplorables.
¿Cómo es una familia “tipo” de las que pertenecen a las cooperativas?
Gloria: El núcleo familiar está compuesto por 5 o 6 miembros, viven en áreas rurales, en parcelas pequeñas de 15-20 manzanas (10-15 hectáreas), con 3-5 manzanas (2-4 hectáreas) dedicadas al cultivo de café. Además hacen esfuerzos para producir otros productos como maíz, frijol y otros productos para la alimentación de la familia.
¿Cuál es la diferencia entre vender al comercio convencional y al Comercio Justo?
Ivania: Hay una diferencia muy grande. Quien vende a comercio convencional entrega su café a la comercializadora y ésta le paga el precio inmediatamente. No tiene otro beneficio más que el dinero que recibe en el momento de la venta. En cambio, en Comercio Justo, además de asistencia técnica y capacitación, tenemos la prima. La cosecha pasada recibimos 10 dólares más por quintal/oro. Este año tendremos 20 dólares más. Con esto mejoramos la calidad de vida de las familias, los trabajadores, infraestructuras como caminos, y toda la parte social, ambiental, educación y de salud de nuestras comunidades. El beneficio llega a todas personas aunque no sean miembros de la cooperativa.
Gloria: El Comercio Justo produce un efecto alentador. Antes quienes producíamos café estábamos en la inseguridad ya que nuestro café podría ser vendido a un precio muy por debajo del que ahora lo vendemos, porque nadie defendía nuestros precios, nadie nos respaldaba.
Bajaban los precios en el mercado y nosotros no podíamos defenderlo.
Pero ahora el Comercio Justo lo defiende y así también defiende la economía de las familias nicaragüenses pobres.
El café que ustedes producen es ecológico…
Gloria: Nuestro café es ecolgico, no aplicamos insumos artificiales, tratamos de utilizar nutrientes naturales como los desechos del propio café, la pulpa que se procesa, las aguas mieles que sirven como excelente abono para que las plantas se desarrollen en óptimas condiciones.
Ivania: Quienes cultivamos café ecológico, la producción es menor respecto a quienes producen café convencional.
¿Cómo beneficia el Comercio Justo al medio ambiente?
Ivania: Nosotros, como organizaciones, estamos viendo cómo proteger el medio ambiente, cómo plantar nuevos árboles. Por ejemplo,
Cosechamos el café bajo sombra para no destruir la naturaleza.
No es sólo una preocupación nuestra, es un sentir de la humanidad que tenemos que preservar nuestro medio ambiente debido a la destrucción que se ha producido.
Gloria: El Comercio Justo nos ha enseñado muchas cosas como es el cuidar de nosotros mismos defendiendo el medio ambiente, nuestros bosques, nuestra agua que cada día es un recurso más escaso no solo en Nicaragua sino en el mundo. Todo esto nos ha llevado a una reflexión para cuidar unos recursos que cada día se vuelven más escasos.
¿Quieren comentar algo más que no les hayamos preguntado?
Ivania: Nosotros producimos un producto de calidad, no contaminante y que es de buena calidad y esperamos que el mundo lo consuma. Nos gustaría que el precio fuera siempre justo para los pequeños productores ya que en Nicaragua hay una extrema pobreza. No es suficiente para salir de ella pero ha mejorado la vida de nuestras familias.
Gloria: Para nosotros el Comercio Justo significa pensar en el beneficio de las familias. Es un proyecto hermoso, digno y que debería estar presente no solo en nuestras cooperativas sino en general. Desde el Comercio Justo vemos el mundo con otros ojos, de generosidad y de fraternidad hacia tantos que hoy luchan y que muchos lo están haciendo solos.