Esta mañana se han presentado en Madrid (en la sede de la Agencia Española de Cooperación Internacional)  los actos conmemorativos del Día Mundial del Comercio Justo.

Foto: ONCE-Regueros

En el acto ha intervenido Carlos Ruiz, director de gabinete de la Agencia Española de Cooperación Internacional, quien ha resaltado las iniciativas de Comercio Justo que la institución financia tanto en España, en Educación para el Desarrollo, como en países del Sur a través a través del apoyo a cooperativas de productores. Además ha mostrado su disposición y compromiso para fomentar la compra de productos de Comercio Justo en administaciones públicas.

Por otra parte, en el evento se ha presentado el cupón que la ONCE ha dedicado al Comercio Justo en su sorteo de mañana 10 de mayo y del que se distribuirán 5 millones de cupones. Así, Patricia Sanz, directora general adjunta de servicios sociales de ONCE, ha hecho entrega de un cupón simbólico a Marta Lozano, directora de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo y ha destacado que ambas organizaciones «tienen muchos valores y cosas en común».

P.Sanz (ONCE) entrega un cupón simbólico a M. Lozano (CECJ)

Asimismo, M. Lozano ha dado a conocer los actos que se celebrarán en 172 localidades españolas bajo el lema «Para disfrutar de un buen café no hace falta que termine molido nadie» y cuyo acto central serán las concentraciones de personas moliendo café» y la lectura  del manifiesto.

Por último Gonzalo Donaire, responsable de estudios de CECJ, ha expuesto los principales datos de un informe sobre el comercio internacional del café, que es el segundo producto básico de mayor comercialización mundial, después del petróleo. Sólo en España se consumen cada año 200 millones de kilos de café. Su precio se fija en las bolsas de Nueva York y Londres, y está sujeto a una gran volatilidad. El Comercio Justo garantiza un precio estable a los grupos productores y superior al del mercado. Un estudio de la Plataforma Francesa de Comercio Justo concluye que en este sistema alternativo los campesinos reciben un 17% del precio de venta final, mientras que en el comercio convencional es de un 5%.

 Por otra parte, la Organización Internacional del Trabajo estima que la mano de obra infantil representa en torno al 10% de las personas que trabajan en las plantaciones de café. El Comercio Justo garantiza que no se produce explotación laboral de niños y niñas. Asimismo, el salario y las condiciones laborales son equitativos para los trabajadores y trabajadoras, y se potencia la participación de la mujer en los órganos de decisión. Por último, en Comercio Justo las técnicas de producción son ecológicas, no se utilizan sustancias sintéticas o transgénicas.

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