Manduvirá es una cooperativa azucarera de Comercio Justo que nació hace 37 años. Actualmente está formada por 1700 personas, productoras de pequeñas fincas de unas 5 hectáreas. Está situada en el departamento de Arroyos y Esteros, una región agrícola y especializada en el cultivo de caña de azúcar. La cooperativa se encuentra en un momento clave ya que en octubre está prevista la inauguración de su propia fábrica de azúcar. Ada G. Zarate ha visitado nuestro país recientemente, invitada por Intermón Oxfam.

¿Qué significa para Manduvirá contar con la planta industrial de azúcar?

Estamos muy ilusionados. Es una experiencia única, por primera vez los campesinos serán propietarios de la fábrica transformadora, que, además, será la primera en el mundo con una concepción orgánica.

Parecía una utopía que los trabajadores pudieran ser dueños de toda la cadena productiva tras tantos años de monopolios.

Es un sueño que siempre estuvo presente y ahora es una realidad.

 ¿Qué aporta el Comercio Justo a la cooperativa?

Desde que empezamos en el movimiento del Comercio Justo estamos haciendo una revolución dulce, ya que está beneficiando a muchas personas que han dejado de ser casi esclavos de monopolios para ser actores protagonistas, y mejorar la calidad de vida.

¿Vuestra experiencia puede servir de ejemplo a otros productores?

A nivel local ahora Manduvirá está teniendo mucho impacto ya que varias organizaciones se han interesado por nuestro trabajo, nos visitan para conocer la experiencia y ver cómo este modelo puede ser aplicado en sus comunidades.

Ahora que va a ser una realidad la fábrica de azúcar, se sumarán más productores. El año pasado ya hubo 350 productores más que iniciaron el proceso de certificación de su finca.  En un inicio la planta va a procesar unas 1000 toneladas de materia prima por día, pero puede llegar alcanzar las 3000. Por año estará produciendo 17.000 toneladas de azúcar.

 ¿Cómo beneficia a los productores ser socios de la cooperativa?

Por un lado, el socio tiene la certeza de que cada semana recibe su paga por la producción. Pero además están todos los servicios que aporta la cooperativa como, por ejemplo, la asistencia técnica que no le cuesta dinero al productor. Otro servicio fundamental son los créditos, la financiación de la producción y en condiciones favorables, ya que la banca convencional lleva mucha burocracia y es difícil que den el crédito a pequeños productores. En caso de eventualidades o problemas, la cooperativa apoya a los socios para que puedan realizar la producción.

 ¿Habéis pensado vender vuestro azúcar en mercados convencionales?

Nuestra propuesta y nuestro proyecto es que la producción sea orgánica y de Comercio Justo. Este es nuestro compromiso.

 ¿Los valores del cooperativismo se fomentan desde Manduvirá?

El proceso de fomento del cooperativismo y la participación es constante y permanente, más en nuestro país donde el nivel de formación de los productores es relativamente bajo.  Se trata de un proceso continuo, a través de capacitaciones y formaciones no solo en los valores del cooperativismo sino todo lo que implica el asociacionismo y el Comercio Justo.

Sobre todo buscamos que haya un empoderamiento de los productores, que la actitud no sea la de “yo vendo mi producto a la cooperativa y ya”, sino que digan “esta es mi cooperativa y mi fábrica”. Queremos que haya ese nivel de apropiación y más en una cultura donde tras años de dictadura donde hay mucha sumisión por parte de los productores, que han estado acostumbrados a la idea de “me pagan lo que el empresario dice”.

Ahora han aprendido a plantear sus problemáticas y llegar a negociar, que es fundamental. Este cambio se ve claramente en la participación en las asambleas de la cooperativa.

 ¿Qué tipos de azúcar producís?

Manduvirá produce tres tipos de azúcar: la panela que es la más oscura, el dorado y el blanco, que ahora tienen mucha demanda. Estos colores se obtienen a través del lavado, con agua, ya que al ser producción orgánica no utilizamos ningún químico. La cantidad de lavado del azúcar es lo que determina el color. Pero no porque sea blanco o dorado deja de ser orgánico.

Últimamente hay más demanda de azúcar blanco o dorado sobre todo cuando el azúcar se va a utilizar para elaborar otros productos, como jugos o mermeladas, donde el color también afecta al producto preparado final.

Pero, ¿el azúcar blanco pierde propiedades?

El azúcar panela o integral tiene muchos más nutrientes porque en el proceso de lavado se pierden algunos de esos nutrientes o minerales así como el sabor a melaza, a miel. Lo que no varía es la calidad natural o ecológica.

Por último, ¿qué dirías al consumidor-a para que eligiera azúcar de Comercio Justo?

Que es un azúcar ecológica, amigable con el medio ambiente, tiene la garantía de que es una producción de calidad, que viene de pequeñas fincas certificadas como orgánicas. Además el beneficio llega a los productores y permite romper paradigmas de las grandes industrias que han monopolizado el sector y que no han creado justicia social.

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