El beneficio invisible del Comercio Justo

Cuando hablamos de la contribución del Comercio Justo en la lucha contra la desigualdad solemos destacar cuestiones como el precio que los trabajadores reciben por su producción, superior al del mercado convencional y que les permite cubrir los costes. O mencionamos las técnicas ecológicas que protegen su entorno natural. También recordamos que no hay explotación laboral infantil, o explicamos los proyectos de educación, salud o de infraestructuras que las organizaciones han podido llevar a cabo con los beneficios extra de las ventas. Efectivamente todos estos aspectos, que constituyen los principios básicos del Comercio Justo, crean desarrollo y mejoran la calidad de vida de las personas.